Desde un local ubicado en una esquina cercana al Parque de la 93 se escucha música del Carnaval de Barranquilla, pero también merengue, champeta, salsa y algo más. No solo es llamativo por su decoración repleta de luces de neón, sino también por los grupos de personas que bailan sin parar, sin pena y al parecer sin cansancio en su salón. Si se encuentra con esta escena, usted está viendo Matumbé.
Hay quienes la llaman la casa del sabor, y aunque a Bogotá (Calle 94a # 13-11) llegó hace un año y tuvo un recibimiento que ni su misma creadora lo esperaba, lo cierto es que su historia comienza tiempo atrás, cuando Martica Maturana aprendió a bailar con el sonido fuerte y retumbante de varios picós en un barrio popular de Barranquilla.
«Esa es la mejor escuela de danza», explica ella, quien ha forjado su vida alrededor del baile. Sus logros se acumulan entre ser Reina del Merengue, bailarina de la orquesta del Checo Acosta y dar clases de baile a las reinas del Carnaval de Barranquilla, por nombrar algunos, pero su pasión es Matumbé, una creación que es el resultado de años de trabajo y esfuerzo. De hecho, el nombre viene de bembé, una expresión para hacer referencia a la fiesta, y Maturana, su apellido, lo que explica que este proyecto es en el cual ha dejado su nombre y su legado.
La casa del sabor llega a Bogotá
Poco tiempo después de que Martica abriera su primer local con este concepto en Barranquilla llegó la pandemia, lo cual la obligó a modificar su formato y comenzar a hacer clases de baile online con las personas que quisieran conectarse, y allí estaba una de sus más fieles alumnas, Gabriela Pinzón, quien ahora es su mano derecha en el negocio en Bogotá.
De hecho, fueron todas las personas que le preguntaron a Gabriela que cuando daría Martica una clase en Bogotá lo que le hizo pensar que valdría la pena que se convirtiera en algo permanente, y así es como la casa del sabor llegó a la capital, y acaba de cumplir un año funcionando.
Y fue así como, eventualmente, la casa se fue llenando de personas, muchas interesadas en este concepto nuevo que ni es una clase de rumba, ni es una academia de baile, sino una mezcla de ambas cosas que a su vez tiene un toque único en su apuesta. La experiencia en Matumbé es en parte liberadora, porque cada persona está en su baile; exigente, porque en su mayoría los profesores son costeños con excelente experiencia y técnica; y reconfortante, porque se ha creado una comunidad entre las personas que habitan este espacio.
«Se trata de la esencia, que yo he intentado marcar en cada paso de Matumbé», explica Martica, y Gabriela complementa diciendo: «Aquí nadie está preocupado por pasar al nivel dos de baile, es más libre, todo el mundo es bienvenido. Tenemos desde niños de cinco años que disfrutan del mapalé hasta una mujer de 92 que viene a nuestras clases y pasa feliz».
¿Qué puede esperar de una clase en Matumbé?
Principalmente, quemar calorías y aprender nuevos pasos. Aunque en un comienzo Matumbé únicamente se enfocaba en los sonidos más llevados al Carnaval, ahora tiene una propuesta variada en la cual sus clases tienen desde folclor hasta reggaetón y, por supuesto, música de la costa Caribe.
Sin embargo, no espere que sea similar a una clase de rumba de un gimnasio, porque no lo es. En mí experiencia, me atrevería a decir que es más exigente, no solo en cuanto al nivel de esfuerzo sino también la dificultad de los pasos, pero es fácil adaptarse a un ritmo propio y, con el tiempo, ir notando los avances.
Lo cierto es que a Matumbé se va a bailar sin importar quién esté mirando, que probablemente no sea nadie, porque cada quién está viviendo su experiencia de forma diferente e intentando seguir los pazos de los profesores. Así que, si a usted le gusta el baile y está buscando una forma diferente de ejercitarse, definitivamente es una muy buena opción para considerar.
Si está interesado, puede participar un día en una clase de una hora por $45.000, y si queda convencido con que quiere vivir más esta experiencia también esta la opción de paquetes e incluso de tener clases individuales o en pareja. Es importante que se acerque a las redes sociales de Matumbé, pues ahí encontrará qué tipo de clase habrá en cuanto a género musical y los horarios de la semana.
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