Para las mujeres, los emprendimientos se han convertido en una herramienta para combatir la desigualdad laboral. Esto se debe a que el panorama en Colombia, al menos en ese plano, sigue siendo un tema de lucha.
Según estadísticas del Dane para el 2020, la tasa de ocupación de las mujeres es más baja frente a la de los hombres y aún existe una brecha salarial en muchas empresas, por lo que emprender ha sido casi que una respuesta directa ante las empresas que al día de hoy no remuneran a las mujeres como corresponde.
Es por esto que la cultura de emprendimiento femenino tiene que comenzar desde la educación en los colegios. Así lo afirma Rosita Caro, directora del Colegio Hacienda Los Alcaparros: “Los colegios tienen la importante labor de formar ciudadanas globales, con una mentalidad creativa y sin límites. Impulsando esta manera de pensar es como las estudiantes del hoy se convierten en las líderes de las soluciones del mañana”.
Y ya que durante el mes de marzo se conmemora de manera internacional la lucha de las mujeres por lograr una sociedad más equitativa en cuanto a sus derechos y espacios sociales, políticos, económicos, sexuales y más, en Diners organizamos una lista con emprendimientos creados por mujeres colombianas para que los conozca y apoye. Comencemos.
Kupa
Este proyecto que se basa en el color y la identidad propia tiene como una de sus socias fundadoras a Anamaría Nieto. Principalmente es una marca de maletas, cartucheras, pañaleras, chaquetas y otro tipo de accesorios que cuentan con una propuesta de diseño muy enfocada en Colombia y sus paisajes.
Cada una de sus colecciones, además de que se fabrica 100% con telas e insumos colombianos, es una invitación a recorrer Colombia, “un país que tiene múltiples ciclos de vida, que siembra y cosecha historias”, como lo describen en sus productos, y también respetar la naturaleza.
Somos Martina
Juliana Villegas dejó atrás el tabú que recae sobre la menstruación y creó Somos Martina, una marca colombiana de ropa interior absorbente para menstruación, incontinencia y postparto.
Esto no es únicamente una ayuda al medio ambiente, ya que las toallas higiénicas tardan alrededor de 500 años en descomponerse, sino que resulta incluso mejor para la salud de la persona que las requiera pues no contiene químicos.
Adicionalmente, esta marca es consciente de que no todas las personas pueden acceder a sus productos y que en ciertas comunidades la menstruación es motivo de ausencia en los colegios o trabajos, por lo que también dictan talleres de confección de toallas higiénicas reutilizables -que a su vez les enseña a manejar la máquina de coser- y dan charlas de educación sexual y menstrual en lugares como La Guajira, Quibdó, Chocó y más.
Leda
Jessica Blum diseñó una marca de moda con prendas básicas y versátiles que a su vez fuera sostenible con el medio ambiente, y así surgió Leda. Esta marca colombiana trabaja con artesanos colombianos y también con proveedores certificados con estándares de sostenibilidad, además usa tintas vegetales y materiales sostenibles producidos localmente.
Esto no solo con el objetivo ambiental que viene siendo reducir su impacto ecológico sino para crear una cadena de apoyo a la comunidad que las rodea. Es por esto que incluso intentan mover sus pedidos en bicicleta hasta donde sea posible y únicamente utilizar papel de maíz 100% compostable para empacar la ropa.
Somos las Reinas del Caribe
Este emprendimiento creado por Kika Comas busca rescatar las tradiciones y costumbres de la cultura afro por medio de coronas de tela, tocados y turbantes que a su vez también invitan a las mujeres a “sentirse dueñas de sí misma”, como lo expresó la emprendedora en una entrevista con El Espectador.
Este proyecto comenzó en el 2015 y tiene como objetivo, además de lo ya mencionado, concientizar a las personas acerca de estas prendas que son un símbolo importante y una pieza icónica para las mujeres de esta comunidad. A su vez, Kika Comas también le da una segunda oportunidad a las mujeres de la cárcel de Barranquilla al darles empleo dentro de su proyecto.
Entrepunto
Este emprendimiento surge a causa de la crisis de salud mental que ocurrió durante la pandemia.
Manuela García se dio cuenta de que las ayudas establecidas por el gobierno para lidiar con es tema no estaban llegando a muchas mujeres campesinas de Colombia, por lo que con la ayuda de profesionales de la salud decidió brindarle asesoría a estas mujeres y enseñarles técnicas de tejido a mano para que, en palabras de ella, “sanen sus historias”.
Con este proyecto Manuela creó Entrepunto, una tienda de ropa con piezas atemporales tejidas 100% a manos de mujeres campesinas que fusiona la salud mental, tejer y la convicción de darles un trabajo digno.