La historia de Via Del Cuore es, como su nombre lo indica, un verdadero camino del corazón. Todo comenzó cuando Simone Mua, chef y alma creativa del lugar, se perdió en una carretera italiana flanqueada por olivos. Allí, una nonna le ofreció hospitalidad y, contra todo pronóstico, una pizza con mango y salsiccia. Al principio, la combinación le pareció casi un sacrilegio culinario. ¿Dulce con picante? Inconcebible para un italiano de pura cepa. Pero negarse era ofender a la nonna, así que aceptó. Fue así que descubrió una combinación arriesgada y sorprendente que hoy es estrella en el menú del restaurante.
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Justamente este espíritu auténtico impregna cada rincón de Via Del Cuore, un espacio pensado para las primeras citas, las risas compartidas y las celebraciones espontáneas. Desde la entrada, decorada con detalles que evocan las calles de Roma, hasta la estación de pasta fresca donde Antonio Mua —el carismático nonno de 84 años— trabaja con la destreza de un maestro artesano, todo está diseñado para transportarlo a Italia sin salir de Bogotá.
Antonio no solo amasa la pasta con pasión, sino que también se encarga de recibir a cada comensal con la calidez de un viejo amigo. No se sorprenda si lo ve preparando ñoquis o ravioles mientras pregunta con genuino interés si la comida ha sido de su agrado. Junto a Simone, vigilan cada plato que sale de la cocina, asegurándose de que lleve consigo la esencia de la tradición familiar. «Muchos creen que ‘Mua’ es como el sonido de un beso, pero en realidad significa la fuerza interior que ponemos en cada cosa que hacemos», explica Antonio con orgullo.
Un menú sencillo pero con mucho sabor
El menú de Via Del Cuore celebra tanto los sabores importados de Italia como los ingredientes locales. Así, podrá disfrutar de una auténtica Margherita con salsa pomodoro y mozzarella fresca, o dejarse sorprender por la Prosciutto e Fichi, una joya que combina prosciutto di Parma con higos caramelizados, reducción balsámica y rúcula fresca.
Pruebe de entrada el carpaccio de salmón con rúcula y hierbas de azotea: fresco, ligero y perfecto para abrir el apetito. Y no olvide acompañar su comida con alguno de los cócteles de la casa, como el Amore Selvaggio, que mezcla ginebra Bombay, licor de feijoa, limón, lulo y un toque de romero, creando un equilibrio delicioso entre dulce, ácido y salado.
Sabores que cruzan fronteras
Simone Mua no escatima esfuerzos para mantener la autenticidad de su cocina. Viaja cada tres meses a los rincones más recónditos de Italia, en busca de inspiración y nuevos ingredientes que enriquezcan su propuesta. «Todavía hay clientes que me dicen que la pasta está cruda, pero es que la verdadera pasta se come al dente», comenta entre risas. Esta labor educativa también incluye llevar a la mesa joyas como la trufa, presente en diversos platos para ampliar el horizonte gastronómico de los comensales.
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El espacio de Via Del Cuore complementa esta experiencia culinaria con ambientes pensados para cada ocasión: desde una acogedora cava con aires italianos, hasta una terraza luminosa que evoca las vistas del Mediterráneo. Y no olvide detenerse en la barra, adornada con botellas de Campari, Aperol y de whisky, donde nacen tragos de autor y clásicos como el ancestral Negroni; el siempre cautivante Dry Martini y el refrescante Mojito, elaborado con el clásico ron Bacardi.
El toque dulce del final
Para cerrar con broche de oro, la recomendación está entre el tiramisú de pistacho. Cremosa, delicada y llena de carácter y la crostata di Nutella, que le hará notar la diferencia entre la versión europea, rica en cacao, y otras más comerciales.
Finalmente, cierre su festín gastronómico con un clásico limoncello, que como digestivo lo dejará perfecto para continuar la velada e incluso para brindar por la vida, el amor y por supuesto otro gran descubrimiento gastronómico en el norte de Bogotá.
Dónde: Carrera 13 #83-52.
Horario: Lunes a miércoles: 12 m. – 10 p. m. /Jueves a sábado: 12 m. – 11 p. m. /Domingos: 12 m. – 8 p. m.
