Los spas en Colombia están diseñados para atender sus problemas de estrés, cansancio, ansiedad, agotamiento físico y mental, que son algunos conceptos que pasaron de ser temas aislados de la medicina y la psicología para convertirse en parte del vocabulario que usamos y, aún peor, de las sensaciones que experimentamos con frecuencia en el diario vivir. Hablan los expertos de una nueva epidemia en la que estos son los protagonistas.
Y aunque suene de terror, vale la pena recordar que todo tiene un lado positivo, un aprendizaje, y esta no es la excepción. Todo esto nos ha hecho mirar hacia adentro, escuchar a nuestro cuerpo y entender que, como reza el dicho, “no solo de pan vive el hombre”, y que dedicar tiempo al autocuidado y a la indulgencia sensorial y terapéutica es algo que no podemos desdeñar.
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Así pues, los spas en Colombia han dejado de estar asociados exclusivamente a una idea de belleza física y han empezado a formar parte del universo del bienestar y la salud. Cada vez son más las opciones y la variedad de tratamientos, terapias, rituales y experiencias que podemos encontrar en estos centros de bienestar, donde todos disfrutamos algo a nuestra medida.
Con esto en mente, Diners se dio a la tarea de seleccionar cuatro spas sobresalientes en Colombia por su enfoque, sus instalaciones, la variedad de sus experiencias y, por supuesto, por su belleza. Aquí podrán encontrar desde rituales con cacao y cristales, hasta circuitos de hidroterapia, pasando por masajes con técnicas ancestrales de Oriente. Hora de disfrutar.
1. One Santuario (Palomino, La Guajira), de los spas en Colombia para rituales en pareja
Más que un hotel dentro de una reserva, One es, como su nombre lo indica, un santuario dedicado a conservar un ecosistema que va de la mano con su propio conocimiento y sabiduría. Preservar esta unión ancestral ha sido la misión de sus creadores desde el día uno.
Por ese motivo, las experiencias y rituales que aquí pueden encontrarse tienen un trasfondo holístico, que busca darle salida a una experiencia integral e integrativa de bienestar.
Primero que todo, está la locación. Situado en las faldas de la Sierra Nevada y al borde del río Palomino, en One Santuario reinan la paz y la sensación de conexión con la naturaleza. La belleza natural es infinita, el tiempo parece ir más lento y los sentidos se aguzan con imágenes y sonidos fascinantes. ¿Qué mejor escenario para una ceremonia de temazcal o para disfrutar de un ritual de cacao que termine con un chapuzón en las aguas frías y claras del río?
Aquí podrán encontrar terapias de tradición ayurvédica para desintoxicar el cuerpo y la mente, terapias geotermales con piedras volcánicas calientes y quiroterapia. También pueden programar acupuntura, terapia con ventosas y masajes con aceites esenciales. Hay rituales de cacao y lodo negro, y hasta un detox iónico para eliminar toxinas a través de los pies, gracias a sales marinas.
Sin duda, uno de los fuertes del spa de One Santuario son los rituales para parejas, en los que utilizan diferentes cristales para armonizar la energía femenina y la masculina, complementados con terapia de sonido y baños armonizadores.
Todo esto lo pueden complementar con una energizante clase de yoga, una caminata hacia pozos sagrados de la Sierra y hasta una experiencia de tubing (flotar en neumáticos por el río hasta su desembocadura en el mar).
Perfecto para:
Personas que buscan un retiro alejado del caos, desde una perspectiva holística de mente, cuerpo y espíritu.
Recomendamos:
El ritual de cacao y la inmersión en la casa de vapor.
Puntos extra por:
La comida, de la que pueden disfrutar después del tratamiento. Fresca, orgánica y local. Deliciosa.
2. Baw Thai Spa (Bogotá) de los spas de Colombia con masajes tailandeses de verdad
Una de las cosas que más sorprenden cuando se viaja por Tailandia es la importancia que tienen en este país los masajes. Esta práctica milenaria está presente en los spas de lujo, en locales modestos de barrio y hasta en las calles, al aire libre. Basta hablar con un local para enterarse de que es algo que tienen interiorizado dentro de su estilo de vida diario, que se hacen uno al menos cada quince días y bien podría decirse que casi forma parte de la canasta familiar.
Las técnicas y estilos son variados y cumplen propósitos que van mucho más allá de la relajación y el disfrute. Es más, hay algunos que ni siquiera son placenteros, sino que están concebidos para alinear el cuerpo de pies a cabeza y ayudarle a su funcionamiento armónico en los sistemas muscular, energético y osteopático.
Bogotá tiene la fortuna de contar con un centro especializado en este tipo de masajes, con profesionales de origen tailandés y directamente formadas en la escuela Wat Po, en Bangkok. Su atmósfera es todo lo que se podría esperar: luces tenues, estructuras de madera, flores y muchas referencias budistas. Armonía pura.
¿Qué diferencia al masaje tailandés de los demás que se encuentran en otros spas de Colombia? Como una secuencia, casi como en una coreografía, el masaje tradicional tai se desarrolla con piyamas de algodón puestas, y alterna las presiones profundas y superficiales alineando redes energéticas y músculos. Esto con el fin de ayudar a la relajación nerviosa y emocional.
Aquí también encontrarán masajes de reflexología de otro mundo, masajes enfocados en cuello y espalda, otros con piedras calientes, uno especialmente diseñado para deportistas y otro más para mujeres embarazadas. El portafolio es amplio y muy muy relajante.
Perfecto para:
Hacer un gran regalo o para incluir en una rutina de mantenimiento de bienestar personal.
Recomendamos:
El masaje tai tradicional. Hay que vivirlo para entenderlo.
Puntos extra por:
La formación de las terapeutas. Aquí, la técnica hace la diferencia.
3. Aimarawa Spa (Punta Bolívar, Córdoba) de los spas en Colombia para tener una experiencia estética
Una de las aperturas hoteleras más sonadas del año pasado fue la del Hotel Aimarawa, en Punta Bolívar (Córdoba). Y sí, el hotel es efectivamente maravilloso, pero es momento de dedicarle su propio y merecido apartado al spa.
Gran parte del encanto de un spa tiene que ver también con la experiencia estética, y en Aimarawa lo entendieron y cumplieron a cabalidad. Su juego de geometría curva, robusta y casi laberíntica hace que descubrir cada uno de sus espacios traiga una nueva sorpresa. Sus cuartos fríos y calientes, hechos en mosaico, inspiran tranquilidad y, sobre todo, elegancia. La sensación de privacidad es absoluta, un componente clave para dejar atrás por un momento cualquier estrés del día a día.
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El spa cuenta con un circuito guiado de ocho pasos. Primero están las secuencias de duchas a diferentes temperaturas, con un toque de cromoterapia para la estimulación visual. Luego se pasa al sauna finlandés con aromaterapia, seguido de un cuarto de frío o snow room, donde los clientes se frotan hielo granizado por el cuerpo para que este contraste de temperaturas y texturas active la circulación sanguínea.
A continuación se procede a ingresar al cuarto de vapor, activado con aceites esenciales para abrir los poros capilares. Se finaliza con la ruta de hidroterapias y un descanso en el solario para llegar al culmen de relajación.
Además de esto, en Aimarawa Spa hay rituales, terapias y faciales inspirados en elementos de la naturaleza, como la tierra, el mar, el sol, que cumplen diferentes propósitos, como la desintoxicación profunda de la piel.
Perfecto para:
Una escapada romántica.
Recomendamos:
El circuito de ocho pasos, seguido de una terapia de agua: talasoterapia, masaje sueco y aceites esenciales.
Puntos extra por:
El diseño, la atención a los detalles y el gusto impecable de cada espacio.
4. Spa Sofitel Barú Calablanca (Barú, Bolívar): lujo en uno de los mejores spas de Colombia
Situado en el excepcional Hotel Sofitel Barú Calablanca, este spa tiene unas instalaciones modernas y minimalistas, que se mimetizan con el espacio de manera fluida y natural. La belleza propia de esta península, su mar azul y playas doradas son los elementos perfectos para acompañar una buena sesión de bienestar.
El Spa Sofitel Barú Calablanca ofrece terapias y tratamientos inspirados en el poder curativo de las aguas del Caribe, además de contar con una zona húmeda de última generación. Sauna, turco, circuito de hidroterapia y un solario para disfrutar de una buena bebida relajante son parte del encanto de este lugar.
Al igual que el hotel que lo alberga, el spa está comprometido con el medio ambiente y con la sostenibilidad. Por eso, este último se alió con la marca colombiana Éccora Skincare, un boticario y laboratorio científico con fórmulas 100 % naturales y que utilizan la riqueza botánica colombiana para promover la salud y belleza de la piel. Así pues, dentro de su portafolio de tratamientos y faciales cuentan con productos de dicha marca a base de ingredientes tan exóticos —y al mismo tiempo poderosos— como el copoazú, la uchuva y el extracto de orquídea.
Igualmente, podrán encontrar exfoliaciones profundas a base de piña y papaya, tratamientos envolventes a base de lodo y masajes de tejidos profundos. Los faciales, por su parte, tienen su propio capítulo y van desde la purificación hasta la restauración, en un viaje sensorial y de ingredientes de lujo.
Esta es una gran opción para una escapada sibarita si se encuentran en Cartagena, pero también es la excusa perfecta para pasar unos días en Barú y regalarse un fin de semana de puro bienestar.
Perfecto para:
Despedidas de soltera/plan pre o posfiesta en Cartagena.
Recomendamos:
Los faciales para una ocasión especial o la experiencia Gran Calablanca para quedar como nuevo(a).
Puntos extra por:
La conciencia y los protocolos ecológicos que enmarcan al spa.
