Si está en busca de unas minivacaciones en las que se reconecte con la naturaleza y encuentre aventuras en el camino, La Vega, Cundinamarca, es para usted. En apenas 153 kilómetros cuadrados se encuentra un paraíso natural en el que las cascadas y las lagunas son el centro de atención de los turistas nacionales e internacionales.
En 11 kilómetros de recorrido se encontrará con cinco caídas de agua que están ubicadas entre la laguna El Tabacal y las cascadas del Chupal. Esto incluye un viaje en medio de veredas ancestrales de la civilización Panche, además de historias y rituales que encontrará grabadas en piedras en medio del bosque tropical.
1. Salida de laguna El Tabacal
A 3 horas y 10 minutos de Bogotá se encuentra el parque ecológico Laguna El Tabacal, ideal para ir con niños, adultos mayores y perros con correa. La caminata es corta y de senderos planos con un corto ascenso al mirador.
Durante el recorrido se puede disfrutar del clima húmedo selvático y el cálido seco. Si le presta atención a los detalles, encontrará flores nativas, tortugas e insectos de colores, dignos de una fotografía. La laguna es el premio a este primer recorrido para principiantes. Entre tanto, es preferible visitar de pasadía, ya que las condiciones para camping no son las mejores.
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2. El alto del buey y el humedal Cacahual
Luego de acondicionar las piernas está listo para atravesar el sendero Los Panches y continuar el camino lleno de emoción e historias sobre viajeros extranjeros que se han enamorado de estas tierras que decidieron quedarse a investigar sobre la fauna y flora de La Vega, Cundinamarca.
De la mano de Road Trip, la empresa de turismo que tiene en sus planes las caminatas con almuerzo incluido ($135.000 pesos por persona), visite el alto del buey y el humedal que quedan en el camino, los cuales están en proceso de recuperación con la siembra de flores y árboles nativos de bosque tropical.
3. Cascadas del Chupal en La Vega
Para hacer todo este recorrido se recomienda que sea de noviembre a enero, fechas en las que esté seguro que no va a llover. Primero, porque si las condiciones climáticas no son las mejores se crece el río y la corriente se hace más fuerte y segundo, porque esto incrementa el riesgo de accidentalidad durante el camino.
Ahora, si las condiciones climáticas son favorables, es decir, sol y cielos despejados, debe llevar ropa con protección solar, gorra, gafas de sol y unas botas de excursión o goma porque tendrá que atravesar riachuelos y efectivamente mojarse.
A esto se le suma un buen vestido de baño para que al finalizar el recorrido se pueda meter debajo de las cascadas y dejar que la caída de agua repose en sus hombros y elimine el estrés por completo. En este punto ya podrá haber visto las seis cascadas del camino y medir la resistencia física de su cuerpo para volver al camino y seguir o pedir asistencia vehícular.