“Cuando no te vistes como los demás, no tienes que pensar como los demás”, decía Iris Apfel, el ícono de la moda que impuso su propio estilo dentro y fuera del mundo de la moda. El recuerdo de su carácter único y desenfadado ha quedado luego de su fallecimiento a los 102 años.
Era usual encontrar publicaciones en revistas y periódicos con la foto de Apfel acompañada de titulares donde la tildaron de llamativa, vulgar, excéntrica y extraña, pues solo ella sabía combinar unas botas satinadas de Yves Saint Laurent con una capa de plumas de pato con destellos dorados.
También era un personaje difícil de fotografíar, pues sus collares de jade hasta las rodillas, sus antebrazos adornados con brazaletes y pulseras, generaban un efecto reflejo cuando le querían tomar una foto en medio de las luces y flashes. Además, sin importar la hora, Apfel usaba unas gafas grandes de lente redondo que le cubrían la mitad del rostro.
La popular estrella de 80 años
Los colores vivos en vestidos, pantalones, accesorios y zapatos de todo tipo hicieron de Iris Apfel una auténtica modelo fuera de serie. Cuando no estaba en las pasarelas de moda como protagonista o como crítica, se la pasaba en los mercados de Nueva York regateando antigüedades y objetos que atrapaban su atención, así como conjuntos de segunda a los que ella les daba una segunda vida y los convertía en piezas valiosas, como sucedió con su chaqueta cuadrada de Bill Blass, la falda de baile Hopi o las botas peludas de piel de cabra que quedaron inmortalizadas en sus numerosas fotografías que rondan por internet y revistas de moda.
Su vida fue así en los últimos 20 años. Antes era una diseñadora de interiores retirada que vivía con su esposo Carl Apfel (hasta su fallecimiento en 2015) y que juntos asesoraban los colores y accesorios de diferentes mansiones en Estados Unidos, así como la mismísima Casa Blanca.
De interiorista a ícono de la moda
Su salto a la fama llegó en 2005 cuando una llamada telefónica de su amigo Harold Koda, curador del Instituto de Vestuario del Museo Metropolitano de Arte, estaba angustiado porque le cancelaron una exposición de finales de verano para el Met, por lo que le pidió a Iris Apfel que eligiera sus accesorios más interesantes de su guardarropa, pues Koda sabía de su gusto diferente y vanguardista.
Es así como salió a la luz la muestra Rara Avis: Selecciones de la Colección Iris Apfel, la cuál rompió con una línea curatorial en la que las piezas no eran de una diseñadora, ni tampoco de una mujer fallecida. Incluso Apfel estuvo frente a la exposición y explicó que ella misma había vestido a los maniquíes conforme a las tendencias irreverentes de sus prendas.
Los organizadores estuvieron preocupados la primera semana por miedo a no llenar las expectativas, entre tanto Koda sabía desde el principio que sería un éxito, y al final de la exposición Iris Apfel se convirtió en una ‘nueva’ estrella de la moda con 80 años.
El resultado de toda una vida
En diferentes entrevistas con el New York Times y Vogue Apfel reconoció que todas sus prendas hacen parte de una colección que empezó en los años 50, cuando viajaba con su marido por todo el mundo en busca de textiles para muebles en bazares y museos de todo el mundo.
Esos viajes le dieron la inspiración para crear su propia tendencia y convertir de a pocos su apartamento en el Park Avenue de Manhattan en un auténtico armario con prendas que sorprendían en su momento a genios de la industria como Greta Garbo y Estée Lauder.
Y, a pesar de haberse retirado del mundo del diseño de interiores en 1992, Apfel siguió ampliando su colección e incluso haciendo uno que otro trabajo como consultora de diseño, que como ella mismo afirmó: “fue un salvavidas” hasta que llegó el mundo de la moda y la catapultó a la fama mundial.
Una nonagenaria que marcó tendencias
Desde aquella exposición hasta la actualidad, Iris Apfel nunca dejó de trabajar tanto de consultora, como de modelo y crítica de colecciones de la Semana de la Moda de Nueva York. Cuando no estaba en la casa presidencial dando consejos a las diferentes damas de Estado, estaba en las colecciones de Kate Spade, rodeada de modelos de Victoria Secret o con las particulares joyas de Alexis Bittar, rodeada de adolescentes de 19 años.
Incluso, luego de tropezar y romperse la cadera en 2015 con un vestido de Óscar de la Renta en París, se sometió a dos operaciones y volvió para aparecer en la portada en innumerables revistas de moda, como lo mostró el documental Iris de 2016, catalogado en diferentes medios de comunicación, como: “una deliciosa revelación sobre la vida, el amor, anteojos llamativos, pulseras del tamaño de neumáticos de triciclo y el arte de hacer las entradas más grandiosas de la moda”.
Hasta el último minuto supo facturar con su estilo
El cansancio o la vejez era algo que no conocía Iris Apfel. Muchos pensaron que tomaría un descanso luego de sus operaciones y complicaciones de salud. Sin embargo, la nonagenaria continuó trabajando como modelo para diferentes marcas como Blue Illusion de Australia e incluso ayudó a fundar la empresa de moda WiseWear.
Su repercusión en el mundo de la moda fue tan grande que Mattel hizo una Barbie inspirada en su figura, algo que es poco usual en la marca y más con modelos de más de 90 años.
Sus últimas apariciones en público sirvieron para mostrar su colección autobiográfica de reflexiones, anécdotas y observaciones de la vida en 2018 y en 2019 cuando firmó un contrato exclusivo con la agencia global de modelos IMG.
Datos y frases curiosas de Iris Apfel
1. Se casó con Carl Apfel, un ejecutivo de publicidad, en 1948.
2. Tanto Carlo como Iris estuvieron de acuerdo en no tener hijos.
3. Trabajó para los presidentes de los Estados Unidos. Desde Harry Truman, hasta Bill Clinton.
4. Entre las posesiones más preciadas de los Apfel hay cinco pinturas de Velázquez y Jean Baptiste Greuze; jarrones ornamentales, loros disecados y juguetes de peluche de los años 20.
5. Iris Apfel aprendió de moda desde niña gracias a su madre rusa Sadye, quien tenía una boutique de moda internacional en Astoria (Queens).
6. Estudió historia del arte en Nueva York y luego arte en la Universidad de Wisconsin.
7. Escribió un puñado de columnas en Women’s Wear Daily.
8. Aprendió diseño de interiores con su esposo y la diseñadora Elinor Johnson.
9. Su frase icónica fue: “Cuando no te vistes como los demás, no tienes que pensar como los demás”.
10. Siempre aprovechó sus entrevistas para criticar el uso de modelos jóvenes, pues, como ella misma lo afirmó para el New York Times: “Está demostrado que la mayor parte del dinero está en manos de mujeres entre 60 y 80 años, por lo que es una estupidez vestir a niños con la ropa que pueden comprar los jubilados”.