La idea de dirigir una película desde la cama, con café en mano y el pijama, ya no suena a fantasía de escritor enloquecido. Hoy cualquiera puede convertirse en cineasta gracias a la inteligencia artificial. Diners le trae una guía precisa y sin rodeos para principiantes que quieran lanzarse al abismo creativo y volver con un video bajo el brazo.
La gran revolución se llama VEO 3, un motor de inteligencia articial que Google presentó para cambiar las reglas del juego. Este modelo va mucho más allá de armar videos con imágenes sueltas, de hecho crea escenas enteras, ilumina como un director de fotografía inspirado y da voz a personajes imaginarios con la naturalidad de una conversación en un andén bogotano al atardecer.
¿El resultado? Fragmentos de películas tan realistas o delirantes como usted quiera. Un universo en miniatura que nace con sólo teclear unas palabras.
Antes de empezar, las bases
Primero, sepa que VEO 3 no es una aplicación que pueda descargar en su celular. Es el corazón que late detrás de programas como Gemini y Flow, las herramientas con las que realmente usted podrá crear sus videos.
Gemini es el todoterreno: rápido, versátil, bueno para clips cortos y sencillos. Es como el amigo que sabe un poco de todo.
Flow es el poeta obsesivo: especializado en cine, ideal para proyectos largos y elaborados. Si sueña con escenas complejas y narrativas continuas, aquí encontrará su mejor aliado.
¿Por dónde empezar?
Si usa Gemini

1. Cree una cuenta gratuita. Tendrá usos limitados y monedas digitales que se gastan con cada instrucción.
2. Piense en Gemini como un buscador. Usted escribe lo que quiere y el sistema lo devuelve convertido en un pequeño universo audiovisual.
Claves para escribir instrucciones poderosas:
1. Defina los personajes con lupa: no diga “un bombero”, diga “un bombero blanco, de 30 años, con uniforme rojo y casco número 37”.
2. Describa la acción con precisión quirúrgica: en lugar de “llega un camión”, escriba “un camión de bomberos rojo llega a toda velocidad con sirenas encendidas y frena bruscamente frente a una casa en llamas”.
3. Pinte el ambiente: la luz, el cielo, la hora del día. Entre más detalles, menos errores absurdos.
4. Escriba los diálogos exactos: no confíe en la improvisación de la inteligencia artificial. “¡Salgan de aquí!”, gritó el bombero con voz urgente.
5. Añada referencias visuales: si quiere un aire noventero o una estética de cómic, dígalo desde el principio.
6. Sea paciente: Gemini puede equivocarse. Caras desfiguradas, voces desfasadas. Respire hondo y repita el proceso.
Si usa Flow

Flow es para almas más meticulosas. Puede partir de texto, imágenes o la mezcla de ambos.
1. Desde texto: basta una idea sencilla, pero si es muy vaga, terminará con un cliché.
2. Desde imágen: suba una foto y Flow la convertirá en una escena animada. Podrá controlar ángulos, movimientos y atmósfera.
3. Mezclado: combine imágenes, clips, voces, música y construya una pequeña sinfonía visual.
Estructura básica para Flow:
1. Escenario: describa el lugar, el clima, la luz.
2. Pre-acción: ¿Quiénes están? ¿Qué hacen antes de actuar?
3. Acción principal: detalle movimientos, emociones y diálogos con claridad milimétrica.
Flow permite además extender videos, modificar objetos en escena o replicar expresiones de otro clip. Un laboratorio donde su imaginación no tiene techo.
El futuro está aquí
Crear un video con inteligencia artificial ya no es cosa de genios en Silicon Valley. Hoy cualquier mortal con conexión a internet puede convertirse en director, guionista y productor al mismo tiempo.
Esta guía de Diners no pretende convertirlo en un Tarkovsky en cinco minutos, pero sí abrirle la puerta al fascinante mundo donde la imaginación y la tecnología se abrazan con facilidad.
¿Listo para empezar? La historia que lleva años rondando en su cabeza lo espera, ansiosa, para volverse video.