Floriane Ribeiro llevaba pocos meses viviendo en Bogotá cuando, a la salida de una de sus clases de maestría en la Pontificia Universidad Javeriana, dos hombres la persiguieron sospechosamente. Aunque en principio pensó que corría peligro, los jóvenes resultaron ser dos fotógrafos que querían proponerle ser modelo de un proyecto universitario.
“En ese momento mi español no estaba tan desarrollado como hoy en día, entonces no entendía muy bien qué pasaba. Pero ahí Juan y Camilo me propusieron ser modelo para una clase de fotografía de la universidad y fue mi primera vez frente a 15 personas que me fotografiaban al mismo tiempo. Yo estaba muy tiesa”, recuerda con gracia la modelo.
Floriane Mayté Ribeiro Sarmiento es su nombre de pila, pero todos los que la conocen le dicen Floriane. Sus papás, él portugués y ella bumanguesa, se conocieron en Colombia y hace 35 años se mudaron a Francia. Allí nació Floriane, quien creció en un entorno muy parisino -con conversaciones en francés y español- pero con una escapada anual en el verano para visitar a su familia en Colombia.
La joven recuerda visitar “Bucaramanga, Santa Marta y San Gil, en donde montaba a caballo. Aquí en Colombia hacía planes que nunca podía hacer en Francia, como descubrir la naturaleza, que es lo más espectacular de este país. En cambio, allá era ir al jardín, al teatro o al museo. Por eso Colombia siempre fue sinónimo de libertad”.
Del derecho al modelaje
Aunque ingresó a La Sorbona, en París, a estudiar derecho, luego de cuatro años se dio cuenta de que ese no era el tipo de vida que deseaba y decidió pasar a estudiar comunicación. Al finalizar, viajó a Colombia a estudiar una maestría en comunicación y a pasar más tiempo con su hermano mayor, una travesía que terminó siendo permanente.
“Eso fue hace 7 años. Yo solo venía por un año, de hecho tenía un novio con el que llevaba cuatro años en París. Para mis papás fue todo un trauma, no entendían. Pero aquí me quedé porque me enamoré y Colombia ha sido un país que me ha dado muchas oportunidades. Los colombianos son muy ‘echados pa´ lante’ y estoy feliz con lo que he creado a mi alrededor”, le cuenta a Diners Floriane Ribeiro.
Aunque alguna vez le propusieron hacer algunos proyectos como modelo en Miami, su familia no la apoyó porque querían que se enfocara en la universidad. Sin embargo, cuando volvió a surgir la posibilidad en Colombia, la francesa encontró una verdadera pasión.
“Empecé a amar la posibilidad de crear personajes. Además, el modelaje es muy chevere en el sentido en el que trabajas en una oficina diferente todos los días. En cada trabajo hay un equipo que quiere algo muy diferente a los anteriores. Y es ver cómo la magia del maquillador, del fotógrafo, de los estilistas, de distintas pasiones, se unen para hacer lo mejor posible”, asegura.
Su profesión le ha permitido también conocer distintos rincones de Colombia: desde las pla yas del Pacifico colombiano, hasta La Guajira y las islas del Caribe colombiano. “Aunque tenga muy mala fama, para mí ha sido una experiencia fantástica y espero seguir divirtiéndome con esto toda la vida”, anota la joven, que ha trabajado para marcas nacionales como Eloisa Studio, Sunset The Journey y A Modo Mio.
“Las bobadas felices en francés” de Floriane Ribeiro
Fue justamente por medio del modelaje que Floriane Ribeiro descubrió que podía compartir su amor por la cultura francesa en redes sociales. El equipo de Sixxta, una marca de moda de Bucaramanga, le propuso compartir algo de francés en sus historias de instagram interactuando con sus prendas.
“Hasta ese día nunca lo había pensado. Así que empecé a hacer videos en redes sociales compartiendo datos de la cultura francesa. Muchas veces el francés es visto como un idioma muy difícil de aprender, pero no es tan complicado si lo ponemos en temas de todos los días. Por eso mi idea siempre ha sido mostrarlo de una forma divertida”, asegura.
Luego de compartir una serie de videos en Instagram y Tik Tok, Floriane decidió crear ‘Las bobadas felices en francés’, un proyecto académico en el que enseña el idioma, a grupos de 20 personas o de manera individual, basándose en temas específicos cada clase, como el arte, la gastronomía y datos de cultura general.
“Ayer hablamos de la moda francesa y por qué es tan famosa a nivel global. Resultamos hablando hasta de los reyes franceses. Siempre digo que soy una profesora subjetiva, porque uno no puede pretender ser o saberlo todo. Por eso siempre con mis estudiantes escogemos temas que los apasionan de verdad”, agrega.
En 2023, Floriane inició unas clases interactivas, en las que sale de un espacio académico para enseñar el idioma en cocinas, cavas de vino y otros lugares. En una de esas, preparó un desayuno típico parisino, con los pancakes que aprendió a hacer en casa y el aperol, un aperitivo famoso en este país europeo.
Tiene estudiantes dentro y fuera de Colombia, como un militar uruguayo en El Congo que busca mejorar su francés y una colombiana que trabaja con artesanos en Barichara. Cada uno aprende de acuerdo a su necesidad.
Actualmente está implementando un curso con los detalles y consejos para viajar a Francia, que incluye datos del recorrido, recomendaciones para el transporte y los museos que deben visitar. Espera, algún día, poder implementar un programa de experiencias guiadas en Francia, para que los colombianos puedan descubrir desde su mirada su país. De esta manera, Floriane divide su tiempo entre sus clases de francés, el modelaje y una casa que alquila en San Bernardo del Viento, en Córdoba. “Sigo igual de enamorada de Colombia que cuando llegué, es un país espectacular”, finaliza Floriane Ribeiro.
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