En plena carrera séptima un aviso pequeño anuncia que ahí está Fantasma, un gastrobar que cuando abre sus puertas parece transportar a quienes lo visitan a Nueva Orleans, Estados Unidos. Con una atmósfera oscura y elegante en donde los meseros hacen magia y siempre está sonando música, el lugar tiene ubicadas sus mesas para que todos puedan ver la tarima, ya que allí pasará lo más importante de la noche. Al menos así lo pensó Juan Riveros, músico y compositor bogotano que creó este proyecto para darle un espacio digno al jazz en Bogotá.
“Acá se retoma lo viejo, por eso el nombre Fantasma, porque el espíritu musical que respira el lugar es donde viven los fantasmas de lo que el siglo XXI mató cuando llegó la música muy comercial, que hizo que el jazz y otros géneros viejos se olvidaran un poco”, explica Riveros.
Con eso en mente, este gastrobar ubicado en la carrera 7 # 72-77 es una propuesta músical que también se extiende a la gastronomía. “La música es el común denominador en todo el proyecto”, explica Riveros, y es cierto, ya que incluso los cocteles llevan los nombres de canciones y artistas icónicos como Purple Rain o Grace Kelly.
Fantasma, un lugar para recordar los sonidos del pasado

Organizar una banda que estuviera a la altura de la propuesta musical que tanto buscaba promocionar y defender este lugar era lo más esencial. De esa curaduría resultó el Quinteto de Radio Fantasma, la banda que se toma el escenario los viernes y sábados para realizar shows de jazz en vivo.
Entre algunos de los integrantes de esta propuesta está el trompetista cubano Pável Suzaeta y el saxofonista bogotano Plutarkamon, quien además es el director musical. Sin embargo, no se sorprenda si de vez en cuando Riveros también se suma al escenario a acompañar en el piano.
Adicionalmente, también habrá noches de flamenco los jueves con Carmen Tort y su Cuadro Flamenco, quienes le brindan al público una presentación llena de percusión, baile, guitarra y voz.
“Quiero ofrecerle a Bogotá esta tarima en donde generaciones mayores puedan venir a escuchar un show en vivo de la música con la que ellos crecieron y también poder culturizar un poco a los jóvenes sobre lo que era en su momento increíble. El Feid de hace 50 años era Sinatra y usualmente la gente no lo sabe”, comenta Riveros.
Nueva Orleans a la mesa y los recomendados Diners

Bajo la idea de mantener las cosas simples pero deliciosas, la construcción del menú también está conectado a la música y a sus orígenes en las calles caóticas de Nueva Orleans y Nueva York. KC Schmitz, chef estadounidense y saxofonista aficionada, empezó en la cocina con la inspiración de soul food, pero con el paso del tiempo el chef francés Víctor Lanz tomó las riendas de la cocina con una propuesta que está entre el bar snacks, unos fuertes clásicos y acompañamientos diseñados para la noche.
Entre sus imperdibles está el Pargo curado en remolacha, un delicado tartar con notas terrosas y marinas, acompañado de vegetales encurtidos que aportan textura y acidez. Otro plato destacado es el Maíz y sus cenizas, una exploración de este ingrediente ancestral en diferentes formas y temperaturas: ahumado, tostado y fermentado, servido con un cremoso de queso costeño que resalta su sabor.
La carta líquida de Fantasma es igual de audaz que su cocina. Recomendamos comenzar con el cóctel Niebla, preparado con ginebra, lichi y lavanda, que brinda una entrada aromática y etérea. Para acompañar los platos principales, el vino natural de la casa —un Pet Nat colombiano de producción limitada— ofrece burbujas sutiles y una acidez perfecta para limpiar el paladar entre bocado y bocado.