Los cohetes aeroespaciales tradicionales cuentan con tres tanques de combustible que son expulsados en tres etapas. El primer tanque sirve para hacer despegar la nave de la superficie; el segundo aporta una propulsión extra para entrar en órbita y el tercero para llegar a la ubicación planeada.
Luego de que los cohetes cumplen su misión se convierten en basura espacial. Por eso el sudafricano Elon Musk, fundador de la agencia espacial SpaceX y Tesla, buscó desde hace 5 años la forma de recuperar estas partes de cohetes para ser reutilizadas en nuevas misiones.
Gracias a los avances tecnológicos de los últimos años, la empresa desarrolló un dispositivo que guía los tanques utilizados de manera segura a la tierra. De 13 cohetes enviados al espacio se han logrado recuperar 5 tanques los cuales asegura Musk en su cuenta de Twitter: “sale mucho más barato recuperar estas naves que empezar de cero”.
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La hazaña se convirtió en un hito histórico, pues luego de recuperar los tanques creó un Falcon 9 reciclado que despegó de la plataforma de Cabo Cañaveral el jueves a las 6:30 P.M (hora Colombia), entró en órbita a las 7 P.M, puso un satélite y luego aterrizó en una plataforma flotante en el océano Atlántico a las 8:30 P.M.
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“El objetivo principal del proyecto es reducir los costos de creación de cohetes y crear unas máquinas que puedan despegar y aterrizar las veces que sean necesarias, como un avión” contó Musk a través de un comunicado de SpaceX.
El próximo reto del sudafricano es reutilizar el ‘Falcon 9’ reciclado en menos de 24 horas y que pueda ser utilizado 10 veces antes de ser retirado.
¿Podrá Elon Musk alcanzar este hito de las misiones espaciales?