Sobre cómo caminó el Presidente Juan Manuel Santos centenares de metros de tapete rojo -ni que fuera en las afueras del Teatro Kodak en Los Angeles, antes de la premiación de los Oscar- y a propósito del humor magnífico de los brasileños.
– LA COPA DESEADA-
Luis Carlos Orozco nació en el departamento de La Guajira (norte de Colombia) y presta su servicio militar en el Batallón Guardia Presidencial que custodia -como su nombre lo indica- la Casa de Nariño, el palacio donde vive y trabaja el Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos. Orozco, como sus compañeros, desfila y aguanta estoico, enfundado en un pesado uniforme de paño azul petróleo con galones sobre los hombros y una pesada mochila blanca sobre sus espaldas (en recuerdo del uniforme del ejército libertador del siglo XIX). A este soldado le gusta el fútbol con pasión incontrolable.
Se le hace difícil quedarse inmóvil ante la presencia física de uno de sus jugadores nacionales favoritos: el archifamoso Pibe Valderrama y ante «La Copa de Todos» como ha sido bautizado el trofeo dorado que ganará el equipo ganador del Mundial que se celebra en Brasil entre el 12 de junio y el 13 de julio de 2014. Pero a este colombiano de piel guajira le toca aguantar las ganas y quedarse observando cómo se desarrolla el evento de presentación de la codiciada Copa Oficial -organizado por Coca-Cola- en plena Plaza de Armas del recinto palaciego.
Todo sucede a más de 200 metros de sus ojos. Sobre la tarima, entre las autoridades del país y del fútbol continental, el trofeo reposa cubierto por un pañuelo negro. Como si fuera una de las cabezas que lucen usualmente las colecciones del experimental y misterioso diseñador belga Martín Margiela de la Maison Margiela. Sólo Juan Manuel Santos alzará más tarde y por pocos segundos la dichosa Copa que ha recorrido ya 149.000 kilómetros, casi 3.5 veces la vuelta al mundo, antes de recalar en esta mañana de sol magnífico y picante en Bogotá. ¿La llegarán a sostener este año los jugadores de la Selección Colombia?
– EL BRILLO DE BRASIL-
En 1950, Brasil fue sede de su primer Mundial de fútbol. Desde 1978 no se ha vuelto a celebrar en un país de América del Sur. Y por cuenta de la decisión del presidente Joseph Blatter de la FIFA de realizar un sorteo continental, la ocasión vuelve a presentarse para el «pais mais grande do mundo». ¡Qué humor de tiburón afilado tienen los brasileños! Siempre es una delicia encontrarse a alguno de estos nacionales de bandera verdi-amarilla. Como sucede al escuchar las palabras de Ricardo Trade, sobre el escenario ubicado en la Plaza de Armas del Palacio de Nariño. Es un hombre de barba blanca y actitud jovial, vestido de traje gris claro con infaltable corbata de color sobre camisa azul (igual que el Presidente de Colombia y todos los demás hombres que figuran en esta tarima oficial) que desempeña el cargo de Jefe del Comité Organizador de la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014.