Luego de diciembre, mes en el que solemos contagiarnos del espíritu de derroche que se respira en el ambiente, y en el que muchos nos sentimos expansivos, así nuestra billetera no esté abultada y nuestro saldo en cuenta bancaria sea precario. Sí, contamos con primas legales; sí, nuestros seres queridos merecen un regalo; sí, nos debemos un paseo y un cambio de aire. Pero ojo, pues aunque la época nos invita a compartir y regalar, no olvidemos también que propicia al desmadre en los gastos y que enero y febrero llegan con las consabidas “resacas” financieras, luego de los excesos con tarjeta o con el gasto de los ahorros que iban dirigidos al pago de matrículas, pensiones, cuotas de préstamos y otras obligaciones.
Por eso es aconsejable que luego de los festejos en la oficina, las novenas navideñas y las invitaciones familiares, nos sentemos y revisemos nuestras finanzas a conciencia para planear las compras con tiempo y mesura, sin dejarnos llevar por la euforia que circunda el ambiente. Además, 2015 fue un año complicado en materia económica y no se ve en el corto plazo que el panorama vaya a cambiar, así que no sobra un llamado a la prudencia.
También es saludable revisar los hábitos de compra; piense en lo último que adquirió y bajo qué condiciones lo hizo. Si estaba deprimido, nervioso, apurado o eufórico y compensó su estado de ánimo con una comprita.
De acuerdo con sondeos e investigaciones de consumo, el comportamiento de hombres y mujeres difiere a la hora de adquirir un producto, y factores como la región donde se vive, la edad que se tiene y el salario que se devenga afectan la decisión de compra.
Según un estudio de inteligencia de mercados sobre las preferencias y hábitos del consumidor colombiano elaborado por Propaís, entidad que facilita alianzas entre Gobierno y entidades privadas, el mercado local presenta grandes diferencias por ciudad, edad, nivel de ingresos y educación. El análisis indica que todo proceso de compra tiene varias razones lógicas, como si es un bien necesario o se trata de un gusto; si lo podemos comprar por el precio, la marca, la moda, entre otras motivaciones. “Pero para comprender la principal razón de compra, se debe estudiar en detalle la primera razón mencionada, ya que es la que llevó al comprador a hacer el desembolso”, explica el informe.
El estudio concluye que los colombianos compran en su mayoría por necesidad (35 %) y por gusto (25 %), calidad (19 %), costumbre (11 %), antojo (7 %), precio (2 %) y promoción (1 %). “Claramente esto está cambiando en el tiempo, debido a que el comprador cada vez se educa más en el mercado y aprende de sus propias experiencias, identificando mejor sus razones de compra, como se evidencia en el crecimiento de la calidad y la costumbre como razones de compra relevantes”.
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IMPULSO O PRAGMATISMO
Si usted es un padre de familia, las estadísticas indican que es menos impulsivo y más pragmático que su pareja a la hora de comprar. Y que ellas, además de impetuosas, necesitan la aprobación por parte de sus allegados sobre los productos que piensan adquirir.
De acuerdo con BrandStrat, firma de investigación de mercados que realiza en forma periódica sondeos de consumo en el país, los colombianos son ante todo hedonistas (un poco más ellas que los señores), disfrutan sus compras y buscan productos que les den mucha satisfacción. Y luego se encuentran los pragmáticos, que planean al detalle cada compra. Una gran dosis de lo segundo, sin perder la alegría que se siente deslizar la tarjeta, es la combinación indicada durante este fin de año.
Para Camilo Herrera, presidente de Raddar Consumer Knowledge Group, los roles de hombres y mujeres han estado definidos desde mucho tiempo atrás, cuando el hombre cazaba y la mujer era recolectora. “Esto desarrolló capacidades diferenciales, donde el hombre sabe ir en una misión de compra puntual de gran envergadura, y la mujer se especializó en saber escoger entre cosas por su calidad; y si bien nada es generalizable, mucho de esto se mantiene hoy en el mercado”.
Lo mejor para esta época es tener cabeza fría a la hora de comprar. ¿Cómo lograrlo? Alba Castañeda Cárdenas, consultora financiera de la firma Planning Dept, hace un análisis detallado de los puntos que se deben tener en cuenta a la hora de realizar una compra en este año. “Si usted está pagando cuotas de apartamento, carro, créditos educativos u otros, revise que el valor de sus compras no exceda más del 20 % del valor de sus ingresos en diciembre; es decir, el valor de todas sus obligaciones no debe superar más del 40% de sus ingresos, así si sus créditos ya llenan el 20 %, procure que el valor de sus compras nuevas no supere el 20 % restante para el mes siguiente. De esta manera, si usted gana $1.000.000, intente que entre sus anteriores créditos y las nuevas compras, las obligaciones financieras no superen el valor de $400.000”.
Otro consejo de esta experta es que si tiene que pagar a crédito, por ningún motivo utilice sobregiros de cuenta corriente o préstamos de libre inversión, cuyas tasas varían entre el 25 % y el 29 %, y en la medida de lo posible páguelas con su tarjeta de crédito a una cuota, “de tal manera que si hace las compras los primeros días de diciembre, pague su primera cuota a mediados o finales de enero. De esta manera, tendrá los ingresos de diciembre y parte de enero para solventar esos gastos a 0 % de interés”. Si el corte de su tarjeta es el 10 de enero, por ejemplo, puede pagarla cuando tenga su primer salario de enero, es decir, el 30; “de esta manera pagará intereses de mora de 20 días, que son muy bajos y no llegan a ser el 2,13 % EM, que es el valor del interés mensual de una tarjeta cualquiera”.
Por su parte Jacinto Llorca, consultor español, experto en marketing y retail, aconseja hacer una lista de las compras, de forma que no nos dejemos llevar por el impulso que produce en el consumidor el punto de venta, y que en la tranquilidad del hogar analicemos fríamente qué deseamos comprar. “Además, gracias a la información que hay en internet, cualquier consumidor puede valorar qué rango de precios es el más adecuado para aquello que desea adquirir”.
Otra buena idea consiste en recordar qué sucedió el año pasado, ¿se compró en exceso?, ¿hubo algo que no nos gustara y que supuso una pérdida de dinero? Una recomendación adicional consiste en comparar diferentes puntos de venta, de cara a esos regalos que se desean comprar. “Y mi sugerencia –dice Llorca– consiste en que no comparemos únicamente el precio, sino que también observemos las condiciones de devolución y servicio posventa, ya que en muchas ocasiones un precio bajo es sinónimo de un escaso nivel de servicio posterior”.
La idea no es que usted se vuelva el Grinch en esta época, pero sí es importante que gaste con cautela, compre a conciencia y con la planeación adecuada y pueda respirar con tranquilidad en enero, cuando comienza un nuevo año.