Foto: cortesía Claudia Szerer Couture
Estilo de vida Moda

Claudia Szerer: «Una mujer bien vestida controla el mundo»

La diseñadora bogotana, radicada en Panamá hace casi dos décadas, es la reina de la alta costura en América Latina. La fineza con la que trabaja los bordados le ha abierto las puertas de las pasarelas más exigentes de Francia.
Por:
enero 9, 2013
Comparta este artículo

Un cuaderno de dibujo regalado en el que empezó a plasmar figuras humanas que poco a poco vestía fue el inicio. Gracias a ese obsequio, Claudia Szerer, la diseñadora colombiana de origen judío radicada en Panamá hace 19 años, descubrió su vocación. Desde entonces, su carrera no ha hecho más que crecer. Su último reconocimiento fue ser aceptada por la Cámara de la Alta Costura francesa, lo que la llevó a participar con grandes elogios el año pasado y este en la Semana de la Moda en París, uno de los eventos internacionales más importantes de esta industria.

Comenzó su carrera estudiando Historia del Arte y Diseño de Vestuario para el Teatro en la Universidad de Brandeis en Boston. En 1986 llegó a París gracias a la naturaleza de sus estudios y trabajó en la casa de modas de Jean Patou, bajo la tutela de Christian Lacroix –después de una entrevista de trabajo en la que él quedó encantado–, donde aprendió el arte de la alta costura y sus detalles, enseñanza que ha venido aplicando en sus diseños desde hace más de dos décadas.
Pero quería más, así que su siguiente paso fue Nueva York, de la mano de la diseñadora de modas Gene Ewing, con quien aprendió las técnicas para llevar un producto al público, conocimiento que complementó con una maestría en Administración de Empresas en el Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (INCAE).

Con todo este bagaje se sintió preparada para abrir su propia compañía –Claudia Szerer Couture– en 1989 en Bogotá y un poco más adelante un taller en Panamá, trabajando en ambos con costureras y patronistas con 20 y 30 años de experiencia. Hoy en día la diseñadora tiene también un taller en París donde elabora diseños para su clientela europea.

Con los grandes
La sencillez y la calidez de Claudia lo hacen olvidar a uno que está frente a una estrella latinoamericana de la moda internacional, que se ha codeado con las más prestigiosas figuras de las casas Armani, Lagerfeld, Balenciaga, Chanel y otros monstruos de la industria en la cuna de la alta costura. “Me han dado el honor de poder presentar mi trabajo en París al lado de los grandes por segunda vez en la Semana de la Alta Costura”, dice con orgullo indisimulado. Antes había mostrado su obra en un trunk show organizado por la embajada colombiana en Francia, ante un exclusivo grupo de 250 invitados.

Ser aceptada por la Cámara de la Alta Costura francesa, el organismo que otorga la licencia o formula invitaciones para mostrar colecciones en los escenarios parisinos, fue producto de un proceso de selección que duró varios meses y en el que fue decisiva la experiencia adquirida junto a Christian Lacroix.

Ahora crea dos colecciones de alta costura por año que presenta en desfiles de moda y trunk shows en Nueva York, Miami, Panamá y Bogotá. Su creatividad y perfeccionismo le han granjeado un amplio reconocimiento. Su estilo, tal como ella misma lo define, es escultural, armónico, proyectando el pasado a lo moderno y contemporáneo.

La armonía en el diseño y la atención al detalle que aprendió del mismo Lacroix, son la clave de sus diseños y la llevan a buscar en todos los rincones del mundo tejidos exquisitos, bordados y antigüedades para sus colecciones, disponibles en América Latina, Estados Unidos, Europa y Oriente Medio. En Panamá viste a la primera dama, Marta Linares de Martinelli.

Las telas son diseñadas por ella misma, los bordados son hechos a mano, y la pintura es elaborada artesanalmente por artistas en Francia siguiendo técnicas tradicionales. Las prendas tienen un riguroso control que realiza personalmente y en muchos casos hasta el 95 % son hechas a mano con técnicas tradicionales de la alta costura francesa que llevan hasta dos meses de elaboración. Del Atelier de Szerer nunca salen más de tres vestidos de un modelo y jamás se venden en la misma ciudad.

Influenciada por la pureza de los diseños de Armani y la mezcla de texturas y colores de Emmanuel Ungaro de los años ochenta, Szerer realizó su última colección inspirada en la arquitectura, específicamente en el edificio Revolution Tower en Panamá y utilizó encajes, finos bordados y organza. Según Vogue Latinoamérica., “su meticulosidad en el arte de ‘gran modista’ es un talento que tiene su sello y firma: corte impecable, bordados delicados, y una experiencia en el uso de encajes, adornos de cristal, jade y roca de esmeralda. Si se piensa en un ideal de elegancia latinoamericana, Szerer es un paradigma (…) sus vestidos son confeccionados de una manera impecable, tanto que podrían ser usados de adentro hacia afuera”.

Pero el tiempo no perdona, y la entrevista tiene que terminar. Camino hacia la salida, a modo de despedida y con una sonrisa pícara sentencia: “Una mujer, armada con un buen vestido, controla el mundo”. Buen punto.

La armonía en el diseño y la atenciónal detalle que aprendió de Christian Lacroix son la clave de sus diseños y la llevan a buscar en todos los rincones del mundo tejidos exquisitos, bordados y antigüedades.

LO MÁS LEÍDO DE LA SEMANA

Cultura

El colombiano Juan Cárdenas ganó el premio Otras Voces Otros Ámbitos

La novela Los Estratos, del colombiano Juan Cárdenas, recibió el prestigioso premio Otras Voces Otros Ámbitos, que se otorga a
Estilo de vida

Un viaje en carretera por Coquimbo: el secreto mejor guardado de Chile donde se descubren las estrellas

Coquimbo es un lugar que vale la pena explorar: desde observar las estrellas, tomar un buen vino o un ardiente
Cine y TV

Tres series excelentes que nunca ganan premios

No siempre la serie más premiada es la mejor o la más querida por el público. Aquí tres ejemplos de