El cine alemán no se destaca precisamente por sus comedias románticas y esta película basada en una historia real no es la excepción. Saliya Kahawatte (Kostja Ullmann) es un joven estudiante, soñador y entusiasta, que un día empieza a ver borroso y tras varios exámenes es diagnosticado con un desprendimiento de retina que le impacta su nervio óptico y lo deja con un 5% de su visión.
Pero lo que para cualquier mortal significa un golpe muy difícil de superar, no lo es para este muchacho empeñado en conquistar su sueño de trabajar en la industria hotelera.
Al ser aceptado en un hotel de lujo en Múnich comienzan las peripecias para el carismático protagonista, que con determinación, mucha suerte y la ayuda de sus compañeros de trabajo, en especial del desparpajado Max (Jacob Matschenz) logra cubrir su impedimento visual.
Sin embargo, la suerte no le durará por siempre. En esta almibarada producción alemana sobresale la actuación de Ullman, quien logra comunicar esa lucha por conquistar los sueños pese a las adversidades de la vida.