Foto:
Arte y Libros Cultura

Un paseo por La Naviera, Edificio Antioquia

Nuestra enviada especial al Salón (Inter)Nacional de Artistas hace un recorrido por el edificio Antioquia, más conocida como La Naviera. En la imagen una obra de Leyla Cárdenas
Por:
septiembre 27, 2013
Comparta este artículo

Por eso, las pieles de Delcy Morelos que le siguen a esta obra, cierran con grandeza este piso intenso. Eva se llama el trabajo y vemos, en lugar de una alusión evidente, vemos una entraña, impresionante y conmovedora. Ese es el origen para ella. Este trabajo recoge las investigaciones que ha venido haciendo sobre la tierra en diferentes lugares de África y Asia como Rabat, Fez y Melbourne (para la exposición Hexágono Irregular, que actualmente puede apreciarse en la Fundación Gilberto Alzate Avendaño) y en donde traslada su interés por la materia en esculturas que señalan de alguna forma la temperatura social de lo que allí vivió. El desierto frente a la exuberancia como distinciones sociales concretas son apenas sugeridas en piezas potentes que aluden a la exclusión. Y así, ver esa suma de piedras filudas, en una esquina marcada, lejos de la claridad del piso de mármol, separadas, presentan una exclusión que sentí como nunca en Medellín. Hay algo de violencia sugerida allí que resulta terriblemente emocional.

Fue el piso que más me emocionó. Algunas otras piezas me resultaron interesantes. La de Simón Vega, a la entrada del edificio, por su ingenio. Llamó Slumship a una nave espacial que cuelga del techo, hecha de desechos. Es una ironía entretenida de un trágico tugurio volador. Abajo, en el sótano, por el contrario, está la poderosa obra Dar la cara (24 paramilitares por segundo) de José Alejandro Restrepo, donde proyecta las caras y prontuarios de combatientes que la Fiscalía expone para que quien se sienta afectado lo exprese. Su velocidad es tan brutal que es pura impotencia. Y toparse con los ojos de esos asesinos violenta a cualquiera. Es muy fuerte ese trabajo. Y si de tiempo seguimos hablando, resulta tremendamente poético el trabajo de Angélica Teuta, unas instalaciones de relojes imposibles, de destiempos, de nuevos tiempos. Es una instalación rítmica y abrazadora. Hermosa. Y me quedé con las ganas de ver dos obras: la de Liu Chuang, una sala donde se podía sentir –como me lo describieron- el calentamiento global en pleno, una sensación atmosférica muy poderosa y la pieza de Fernando Pareja y Leidy Chaves, que no estaba funcionando el día que fui… sus piezas minuciosas e hipnotizadoras siempre me resultan fascinantes.

Quizá valdría la pena darle una segunda mirada a este espacio.

LO MÁS LEÍDO DE LA SEMANA

Estilo de vida

Conozca las nuevas herramientas de Google Maps

La aplicación de mapas más completa del mercado llegó con algunas actualizaciones que le pondrá los pelos de punta.
Arte y Libros

La ciudad en el arte: los Project rooms de ArtBo 2012

Los proyectos individuales de ArtBo fueron producto de una cuidadosa curaduría por parte de María Inés Rodríguez. Diez artistas invitados
marcas de ropa colombiana
Estilo de vida

Seis marcas de ropa colombiana de la mano de sus creadores

Los creadores de seis marcas de ropa colombiana y accesorios masculinos le contaron a Diners cómo ha sido su experiencia