Ese mismo año fue capaz de burlarse de sí mismo y de la industria del cine en la confusa Tropic Thunder, dirigida por Ben Stiller, y esto le valió una nominación a mejor actor de reparto. Su papel, de un australiano tan dedicado a su arte que se somete a una operación de cambio de raza, es quizás lo más chistoso de la película.
En el intermedio de los Iron Man, Guy Ritchie hizo una excelente adaptación de Sherlock Holmes, hasta ahora esta es una de las mejores versiones de las aventuras del famoso detective inglés. Allí el papel de Watson recayó en manos de Jude Law y el protagónico en manos de Downey Jr. Por esta actuación fue premiado con un Globo de Oro en 2010 e, incluso, aguantó para una secuela que no aburrió a nadie. Hoy en día cada vez son más fuertes los rumores de una tercera entrega.
En la actualidad Robert Downey Jr es la estrella mejor pagada de Hollywood según la revista Vanity Fair. El actor es una mina de oro para los estudios Marvel: los números ponen a Iron Man entre las 10 películas más taquilleras de todos los tiempos, con ganancias reportadas por más de 2.400 millones de dólares en todo el mundo. Se especula mucho sobre un Iron Man IV, aunque el personaje tiene apariciones en Los Vengadores II y III, que irán en 2015 y hasta 2018. Ya veremos qué dicen sus agentes de seguir dándole vida a Tony Stark. Por lo pronto estará en El Capitán América III, coprotagonizando ¨ La guerra Civil¨, como llamó Marvel a este capítulo.
A la fecha está por cumplir 50 años. En la entrevista de Vanity Fair –fue portada de octubre– habló con libertad sobre sus adicciones. Para la Rolling Stone dijo: ¨ ahora mismo soy como una obra sin terminar, es una locura, y la vida me quiere con los nervios de punta. Pero mientras no olvide el pasado, estaré bien. Es como cuando tienes que olvidar a esa antigua novia que trató de cortarte el cuello, pero que está buenísima. Si te acuerdas de los puntos y la cicatriz más que de su coño, entonces te irá bien¨ Y él es un tipo que tiene muchas cicatrices. Además está lleno vida y no nos aburre. Quizás, por eso, lo amamos tanto.