El director británico Sam Mendes deja un sabor agridulce en el espectador con su nueva película, El imperio de la luz. En esta, el cineasta presenta como escenario principal The Empire, un antiguo cine en una ciudad costera británica que en la década de 1980 atraviesa desafíos estructurales, económicos y sociales.
Allí trabaja Hilary, la gerente del cine interpretada por Olivia Colman, una mujer que regresó a su trabajo luego de un colapso mental por el que estuvo internada en un hospital psiquiátrico. A pesar de habitar un ambiente hostil, Hilary encuentra un poco de esperanza con la llegada de Stephen, un joven negro contratado para vender boletas de cine al que da vida Micheal Ward.
En una charla con Variety, la actriz recordada por su actuación en The Crown reveló que “Estaba emocionada de que Sam me hubiera confiado esto. El hecho de interpretar algo que nunca antes había interpretado e ir a lugares a los que nunca había ido antes. Me hizo sentir un poco nerviosa, lo cual me gusta”.
La relación entre estos dos compañeros de trabajo le da la excusa a Sam Mendes -que ha ganado dos veces el Óscar a mejor director con American Beauty y 1917– para abordar la música pop de los ochenta, la poesía inglesa, los clásicos del cine, al tiempo que sostiene temas alrededor de la salud mental, la política racial y el trabajo.
“Durante la pandemia tuve mucho tiempo libre, como todos, y tuve un período de autorreflexión. Había estado pensando en mi propia crianza, fue criado como hijo único por una madre soltera, luchando por salir adelante y luchando con problemas de salud mental. Pero quería contar otra historia en paralelo, que eran mis años de adolescencia, la música y las películas de la época, también el panorama político de los años de Thatcher y la agitación racial y el alto desempleo”, le contó Sam Mendes a Variety sobre El Imperio de la luz, que ya se puede ver en Colombia.
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