No es un nombre artístico. Sol fue la clave musical que sonó en el móvil de su habitación, una tarde sin viento en la que su mamá, convencida por todos que tendría un niño, arreglaba el espacio para su llegada. Por eso ella dice que le avisó desde el vientre el nombre que quería tener, así como lo que vendría a hacer: música.
A los 7 años, Sol Okarina empezó a tocar el cuatro y hasta quiso componer, pero la corta edad solo le dio el deseo que explotó cuando creció y decidió hacer música, a pesar de que en el país no es fácil vivir de eso: “Será muy bonito para las generaciones que vienen, por ahora, es complicado para quienes estamos acá en la pelea. Todo se hace con las uñas aunque las condiciones han venido cambiando, porque hay cada vez más ferias y circuitos de promotores de todas partes del mundo. Aunque falta mucho por hacer”.
En ese proceso, la clave es encontrar aliados, dice ella. Polen récords fue el primero, con quien grabó su primer disco Sumergible, después de una carrera musical al lado de Mario Duarte, Andrea Echeverri, coros y otras bandas.
Sol presenta su nuevo sencillo «Flores y vestidos», una canción que llama “mixtura de ritmos latinoamericanos con sonidos urbanos como electrónica y algo de rock” y que es su primer lanzamiento del año, como parte de su estrategia que consiste en lanzar dos más durante este año y en el 2013 presentar un disco completo, ante las dificultades con las disqueras que no saben qué hacer con los artistas, ni los artistas con las disqueras.
Su música es festiva, natural, con esa pasión que la une a los árboles, el agua y los animales. Bien puesto lleva su nombre, porque ama la naturaleza y por eso le mezcla flores y mariposas a sus canciones y videos, porque lo que destila Sol Okarina es alegría y se le ve en su sonrisa permanente y en sus letras optimistas.