Nuestra columnista, Laura Galindo, reseña tres nuevos discos musicalmente diversos que a los que se les debería prestar atención. Su viaje va desde una interpretación del Concierto n.° 5 de Ludwig van Beethoven, hasta lo nuevo de Cali y El Dandee.
Malibú, de Cali y El Dandee
“El reguetón es un ritmo que le habla al cuerpo, algo instintivo. No es una música pensada para ser racional”, explicó en 2018 Mauricio Rengifo, de Cali y El Dandee, un dueto de hermanos caleños que ha experimentado con fusiones de pop, reguetón y hip-hop.
Rengifo es, también, productor de varios éxitos mundiales, entre ellos Despacito, de Daddy Yankee y Luis Fonsi.
Malibú surge en California, Estados Unidos, y se inspira en locaciones emblemáticas de películas, series y canciones importantes para Cali y El Dandee.
Cada uno de los cortes parte de experiencias reales de los músicos relacionadas con el lugar. En el álbum participan Aitana, Danna Paola, Charly Black, Luis Fonsi y Boza. En la producción y composición los acompañó Andrés Torres.
La lucha por la vida, de Ilegales
Hace cuarenta años la banda asturiana Ilegales estrenaba su primer disco. Canciones contestatarias, rebeldes y cínicas que buscaban confrontaciones políticas directas. “Hay una cosa que se llama jabón, mata los piojos y te quita el olor. ¡Heil Hitler!”, gritaban sobre el escenario, mientras millones de abanderados de la libertad celebraban la irreverencia desde el público.
Este año, esos mismos Ilegales, más reposados pero igual de temerarios, estrenan La lucha por la vida, álbum que toma su nombre de la trilogía publicada en 1904 por el escritor español Pío Baroja.
Son 16 cortes, que alternan canciones nuevas y canciones tributo a su historia, acompañados por artistas como El Niño de Elche, Andrés Calamaro, Luz Casal, Dani Martín y Enrique Bunbury. “Si la muerte me mira de frente, me pongo de lao”, cantan ahora.
Beethoven L. Van, Piano concierto n.° 5, tocado por Boris Giltburg
No hay ninguna referencia que pueda considerarse cierta y que explique por qué el Concierto n.° 5 de Ludwig van Beethoven se conoce como “El Emperador”.
Algunos dicen que en las márgenes del manuscrito Beethoven había anotado “Canto de triunfo para el combate. ¡Victoria!”. Otros dicen que el día de su estreno tuvo tanto éxito entre el público, que alguien se levantó y entre aplausos lo llamó “Un emperador de conciertos”.
Si bien no existen pruebas para creer en alguna de las dos hipótesis, el Concierto n.° 5 es una de la obras más imponentes y heroicas de Beethoven. Un sonido de grandes proporciones, que pocos pianistas logran captar y poner sobre el escenario.
Esta vez, el pianista israelí Boris Giltburg se enfrenta a la majestuosidad de su música, en compañía de la Royal Liverpool Philharmonic y bajo la dirección de Vasily Petrenko.