Sacco, hoy
Su voz es amable y tranquila, con un suave acento australiano que se esconde detrás de la mala conexión telefónica. En esta época nevada, luego de pasar una larga temporada con su familia, Joe Sacco se encuentra de nuevo en su estudio en Portland, Oregón, dibujando una sátira sobre la vida en Norteamérica luego de ese fatídico 11 de septiembre, cuando todo cambió. “Es sobre todo lo que está pasando en el país, pero es una historia ficticia, absurda, que me hace reír”. Aunque es muy difícil imaginarlo dibujando alguna historia que lo haga reír.
Joe Sacco se ha ganado su reputación dentro del mundo del cómic por su labor periodística y dentro del mundo del periodismo –como representante del Nuevo Periodismo– por sus novelas gráficas, que son realmente reportajes audaces y certeros sobre los individuos que viven la guerra. “Con mi trabajo periodístico intento contar las historias de quienes se han visto afectados por grandes eventos históricos y decisiones políticas sobre las que no tienen poder de decisión”.
Entre sus trabajos más reconocidos se encuentran Palestina: en la franja de Gaza, Gorazde: Zona Protegida y Notas al pie de Gaza, en donde convierte sus notas, entrevistas y vivencias en cada una de estas zonas de conflicto en crónicas de largo aliento. También ha realizado páginas para publicaciones como el periódico inglés The Guardian, que fueron recopiladas el año anterior en Journalism. Ha sido llamado pionero, precursor del género y, la verdad sea dicha, aparte de algunos nombres franceses, tal vez el peruano Jesús Cossio y la norteamericana Sarah Glidden, no hay muchos dibujantes de cómic que puedan dar cuenta de un trabajo documental tan sólido como el de Sacco.
Su más reciente publicación, sin embargo, no se parece a nada que haya hecho antes. The Great War (La Gran Guerra) narra en una sola y larga viñeta el primer día de la terrible Batalla del Somme en 1916. Son unos 74 centímetros que se extienden como un acordeón para revelar una imagen panorámica al mejor estilo de un tapiz de Bayeux, en donde la proporción y la perspectiva se distorsionan por el beneficio de la narrativa. No hay una sola palabra para contextualizar. No hay historias individuales. No está Sacco como personaje. Y aunque se aleje tanto de su trabajo anterior, esta nueva publicación es el resultado de un proceso al que Sacco le ha consagrado sus últimos años: la psicología detrás de la guerra y la relación con el Estado.
«Como periodista puedo tratar de explicar el contexto político, explicar por qué las cosas suceden en relación con ciertos antecedentes políticos, pero hay un factor humano que resulta muy difícil de comprender y es cómo un hombre común y corriente puede matar a otro. Por eso, en este momento estoy pensando mucho acerca de la relación que tenemos con el Estado político. The Great War es un evento específico que intento ilustrar con precisión, pero también es la oportunidad para pensar en cómo el individuo se entrega al Estado. No se trata solo de la torpeza de los líderes políticos, de los errores de los altos mandos, sino de cómo las masas se sitúan detrás de proyectos como la guerra. Dibujar todos esos soldados que están entusiasmados con la batalla –voluntarios que van a la guerra sin ningún tipo de coerción explícita– y que al final de su entusiasmo se encontrarán con la realidad, no me dio ninguna respuesta, pero sí me ayudó a pensar en ello”.