HISTORIA MÍNIMA DE COLOMBIA
Jorge Orlando Melo
Turner
Madrid
2017
320 páginas
Jorge Orlando Melo se preparó toda la vida para escribir esta Historia mínima de Colombia. Había estudiado Filosofía e Historia, dio clases en la Universidad Nacional y la del Valle y muy pronto comenzó a ordenar el acervo de nuestro pasado por medio de puntuales bibliografías comentadas que le permitieron desarrollar una visión amplia y sustentada de nuestra evolución.
Con esta historia escrita en un lenguaje simple pero no menos expresivo podemos internarnos en esa fragorosa geografía colombiana que creó comunidades aisladas y autosuficientes donde en las zonas bajas cultivan la yuca y la caña, mientras que en las zonas altas crecen la papa o el trigo, de ahí la tensión constante, desde el siglo XVII, entre centralismo y regionalismo, “que ha tenido gran peso en la historia del país” (p. 14).
Otro dato esencial se refiere a la población: a la llegada de los españoles, cinco millones de habitantes que la conquista redujo a poco más de un millón doscientos mil. Pero como concluye el libro, si bien “Colombia ha tenido éxito en su desarrollo económico y resultados medianos en el orden político y social y en la administración pública, pero no ha logrado establecer formas de convivencia y paz aceptables. En comparación con países similares Colombia muestra los peores indicadores de violencia” (p. 323).
La mezcla de valores militares y religiosos fue dando forma a una sociedad jerárquica, donde las leyes emanadas de España “se obedecen pero no se cumplen” y el valor y el honor nobiliario se hacían sentir como prerrogativas inherentes a la clase alta y blanca.
El libro logra en todo momento el análisis y exposición de los hechos con el detalle o la anécdota que lo ilustran, provenientes en muchas ocasiones de textos poco trajinados y en verdad reveladores.
Una simple reseña como esta no puede atestiguar la importancia del libro que analiza incluso el proceso de paz y el gobierno de Juan Manuel Santos. Sus juicios son equilibrados y muy justos.
Las figuras descollantes son contempladas con profundidad y logramos así tener panoramas válidos de Colonia, Independencia y República donde la economía y la sociología de las clases sociales nos muestran las tensiones dramáticas que la desigualdad y la pobreza siguen afectando. Pero su valoración acertada de cambios benéficos en la situación de la mujer, en la educación e irradiación de la cultura a nivel nacional dan un saldo muy positivo, que este libro tan útil y acertado resalta con inteligencia.