Miércoles 21 de mayo de 2014
Cuando un proyecto pasa de la etapa de planeación a la ejecución
Por: Carlos Gómez Pinto
Expedicionario
Hoy miércoles 21 de Mayo, nos levantamos muy temprano para preparar nuestra partida al Mount Denali, nuestra cita con los rangers estaba programada para las 9:45 a.m., y habíamos coordinado con la empresa de los aviones (K2) que nos llevan al Campo Base para que nos recogieran a las 8:30 a.m., y de esta manera empezar a preparar lo que definitivamente llevaríamos a la montaña y lo que dejaríamos que por peso o espacio nos fuera difícil de cargar.
Es curioso porque en los dos últimos días hemos podido dormir bien, a pesar que no oscurece y las 7 p.m., parecen las 3 p.m., esto va generando un descuadre en el cuerpo, de todas maneras pudimos levantarnos temprano y estábamos todos desayunando a las 7:30 a.m., y aprovechando para enviar correos a nuestros seres queridos, haciendo bromas, en fin… La motivación del equipo se ve en un nivel muy alto, la ansiedad o lo que yo llamo las mariposas en el estómago, empiezan a sentirse y es como cuando falta muy poco tiempo para presentar un examen, en este momento comenzamos a darnos cuenta que nuestro proyecto está a punto de comenzar su ejecución definitiva, cuando finalmente pisamos la montaña.
En (K2) nos informaron que podríamos estar saliendo en el avión alrededor de las 2 p.m., de esta manera estábamos (cada uno en nuestras mentes) preparando lo que definitivamente estaríamos llevando y lo que dejaríamos. En (K2) nos reconocieron de la vez anterior que llegamos y fue un recibimiento cordial, dejamos nuestro equipo en el hangar donde deberíamos empezar a prepararnos y fuimos a la oficina de los rangers.
John, el jefe de la oficina de los rangers nos había hecho sufrir porque la autorización para la expedición la recibimos sólo un mes antes de iniciar la expedición cuando habíamos enviado toda la documentación desde finales de Enero; nuestro líder (Juan Pablo Ruiz) estaba ansioso de que nos recibiera y para hacer las paces había traído una libra de café colombiano cultivado en su finca de Machetá y un libro especial que nos había entregado Marca País sobre Gabriel García Márquez (Gabo), siendo estos los presentes de la expedición Colombiana, desafortunadamente no pudimos reunirnos con él pero le dejamos los presentes; en la oficina de los rangers recibimos las instrucciones del protocolo de esta montaña en tres aspectos: La seguridad, la salud y las basuras.
Ésta es una montaña que es difícil por los riesgos de grietas y avalanchas (nos mostraron como ejemplo por casualidad lo que paso hace dos años con el equipo Japonés en donde una avalancha sepultó a cuatro de los cinco integrantes) y pudimos ver las áreas en nuestro recorrido de mayor peligro, entre ellas el descenso de la cumbre que ya le costó la vida a un expedicionario al comienzo del mes, de otra parte el protocolo habla de los temas de salud como es el congelamiento, los edemas y otras enfermedades que se pueden presentar, adicionalmente, el manejo de las basuras; todo lo que entra debe salir de la montaña incluidos los desechos humanos, es la segunda montana más limpia del planeta después del Vinson y estos desechos son depositados en un tarro que debemos cargar durante todo el recorrido (estamos planeando estar en la montaña 18 días) estos protocolos también incluyeron el reporte del tiempo; una vez terminamos las recomendaciones la ansiedad y el miedo empieza a crecer…
Después de terminar la presentación por parte de los rangers del Parque Nacional, regresamos a las 10:45 a.m., a las oficinas de (K2) y comenzó nuestro proceso de desprendimiento…
Uno quisiera poder traer todo lo que inicialmente preparó, pero somos conscientes que además de nuestro equipo personal que puede pesar unos 35 kilos, debemos adicionar un promedio de 10 kilos de equipo comunal incluido el de comunicaciones y unos 10 kilos de comida para los 18 días, de esta manera, revisar lo que necesitamos es bastante clave y es prioritario para estar bien en la montaña.
Después de un almuerzo bastante bueno, una “súper” hamburguesa, en (K2) nos preparamos para salir y una vez nos llamaron a abordar el avión el nivel de ansiedad de todos se encontraba al punto máximo, nos repartieron en dos avionetas y salimos prácticamente al tiempo; tuvimos la fortuna que nuestro piloto nos dio un recorrido por el área del Monte Denali, lo que nos permitió apreciar la belleza y majestuosidad de esta parte del planeta.
Una vez aterrizamos y bajamos el equipo de la avioneta alrededor de las 4 p.m., el sentimiento de emoción llegó a su punto máximo, lo que era un plan se había convertido en una realidad ¡ha comenzado nuestra expedición!, aunque realmente la expedición comenzó cuando tomamos el avión en Bogotá el sábado a media noche, o de pronto cuando el proyecto de hacer Denali lo empezamos a organizar una vez llegamos de Elbrus en Septiembre del año anterior, ésta es, en mi opinión, el verdadero comienzo de nuestra experiencia de montaña, es aquí ¡estamos en la montaña!
Esta vez nos ha recibido con un día soleado espectacular, el cielo está completamente azul y sólo unas pequeñas nubes en la cima de las montañas más altas incluidas el Denali nos muestran que allí hay vientos fuertes que esperamos no estén cuando nos estemos acercando en los próximos días, estos son los riesgos que debemos analizar y tomar decisiones que nos permitan mitigarlos, aunque hay algunos que no dependen de nosotros.
Cada miembro del equipo empezó a desempeñar sus roles con mucha responsabilidad y motivación, cada uno hemos venido haciendo nuestras tareas, en el momento que escribo ésta Bitácora son las 7:40 pm, ya armamos las carpas en el campo base y estamos organizando nuestro equipo, en estos momentos es cuando empezamos a hacer un test interno de cada uno de nosotros para prepararnos para las jornadas que comienzan en el avance a partir de mañana, en este momento todo aquello que habíamos soñado, planeado, organizado y coordinado se empieza a materializar, es cuando el resultado se empieza a obtener, ya estar aquí a -10 grados en medio de este glacial que es majestuoso y que nos reta en forma individual como equipo ¡ese es el reto!
Recordemos que para la mayoría es la segunda vez que estamos aquí y para otros como Juan Pablo Ruiz o Nelson Cardona Piqui es la tercera, es una montaña como los retos que generan miedo, ansiedad, y respeto, es una montaña difícil, que debe ser abordada con precaución y profesionalismo, la experiencia es fundamental porque nos permite anticiparnos a situaciones, el reto está ahí y así son los proyectos en los que nos comprometemos en nuestra vida personal y profesional, todos soñamos todos planeamos, pero el éxito tiene más probabilidad de alcanzarse cuando ejecutamos.
Hacer es el principio del éxito, no sabemos cómo nos va a salir todo, ya hemos tenido dos miembros del equipo que han tenido que desertar de este reto, el equipo debe continuar con mucha más energía, asumir los roles y tareas de estos miembros y seguir adelante, nuestra meta regresar a casa con salud y seguir contando historias, que ayuden a motivar a otros a hacer realidad los sueños
Un guía que tuvimos en Kilimanjaro decía que las montañas hay que abordarlas sin afanes pero con paso firme y continuo, para obtener resultados debemos hacer, ejecutar, ejecutar y ejecutar…