Domingo 24 de mayo de 2014
Somos seis, pero seguiremos siendo diez
Por Juan Pablo Ruiz, líder de la expedición
Por: Juan Pablo Ruiz Soto
Líder de la expedición
De todas las expediciones que hasta ahora llevamos en 7 cumbres, ésta es la que más novedades hemos afrontado en términos de la permanencia de los miembros del equipo, hoy en la mañana pasamos de ser 7 a ser 6.
Carlos Gómez Charly, nuestro jefe de logística y ahora asistente de comunicaciones, descendió; tomar la determinación no fue fácil, pues Carlos tenía muchas ganas de intentar seguir subiendo, pero sus condiciones le exigieron descender.
En la mañana, cuándo Nelson Cardona, su compañero de carpa, le preguntó: ¿Qué tal noche pasaste? Su respuesta fue contundente: «Mala», luego le preguntó: ¿Quieres descender? Su respuesta fue igualmente contundente: «Sí».
Ayer cuando ascendíamos, veníamos en la cordada Joaco, Carlos, Marcelo y yo, a mí me correspondía marcar el paso y después de dos horas de caminar, empezamos a observar que las condiciones de Charly no eran las mejores, yo había hecho cordada con Charly cuando ascendimos el Vinson y también cuando ascendimos del Huayna Potosí, en ambas oportunidades llevamos un ritmo que nos condujo de manera segura a la cumbre; íbamos despacio, parábamos cada 10 minutos, descansábamos unos 30 segundos y seguíamos andando, no era muy rítmico el paso, pero con el tiempo entendí que esa era la manera de ascender con Charly.
Esta vez las cosas fueron distintas… Con mucha frecuencia Charly paraba de imprevisto y se sentía el frenazo en la cuerda, se notaba que hacía su máximo esfuerzo, pero querer no siempre es poder… Poco a poco 3 o 4 expediciones nos alcanzaron y pasaron de largo, incluso la cordada de Nelson Cardona Piqui, JP Montejo y Alex que dos veces nos esperaron, dos veces la vimos alejarse, el ritmo de Charly demostraba gran esfuerzo, pero era muy lento.
Las dificultades para Charly iniciaron en Talkeetna cuando empezó a toser, no le dolía la cabeza pero sí el pecho, luego, en Campo Base a 2.450 msnm, ya Charly pidió por primera vez un analgésico y no le mejoró, la necesidad de definir si José Francisco superaba o no el Campo Base, fue el eje de las conversaciones hasta el momento; una vez José tomó su vuelo de regreso, Charly siguió el ritmo de los demás y alistó su equipo, como a las 4 p.m., salíamos del Campo Base y Charly parecía determinado.
Luego la situación empezó a cambiar, el que Charly no hubiese consumido alimentos con la regularidad y en las porciones normales, fue el primer síntoma de que las cosas no marchaban bien, pues necesitaríamos mucha energía para los días que venían, la falta de energía se hizo evidente en el ascenso.
Ahora somos 6, hoy Alex bajó para acompañar a Charly y esperamos que sobre las 8 o 9 p.m., se una de nuevo a nosotros acá en el campamento 1 a 2.700 metros; el descanso hoy en Campo 1 no estaba previsto, pero es la mejor alternativa para seguir unidos y no generar divisiones prematuras al interior del equipo.
Los planes se han ajustado con relación al plan original, lo cual es muy frecuente en la montaña, pero las posibilidades de alcanzar la cumbre siguen como estaban en un principio, el equipo mínimo para una montaña como ésta es de tres personas, ahora somos 6, así que logísticamente estamos bien, aunque anímicamente las ausencias se sienten.