Foto: Juan Pablo Montejo
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Escalar: llegar al cielo y más

El equipo de aventureros 7 Cumbres Colombia emprendió el difícil viaje hacia la cima del monte más alto de Alaska.
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mayo 19, 2014
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Domingo 25 de mayo de 2014

Por: Carlos Gómez

Expedicionario

 

Hoy 25 de Mayo me encuentro de regreso a Bogotá, salí ayer en la tarde de Talkeetna para  tomar el vuelo a media noche de Anchorage a Bogotá y debo estar arribando alrededor de las 9 p.m., después de conectar en Seatle y Houston; hace 7 días habíamos comenzado la travesía para alcanzar la cumbre del Monte Denali cuando llegamos el sábado 17 a las 9 p.m., al aeropuerto el Dorado en Bogotá

 

Tener que haber tomado la decisión de descender después de haber llegado al campo 1 por encima de mi voluntad fue una decisión muy difícil…

 

Cuando llegamos a Talkeetna el 20 de Mayo empecé con una congestión en el pecho y un poco de tos, no parecía nada importante, el ambiente un poco frío de una primavera que comenzó tarde en ésta parte del planeta por el invierno largo y frío, además por la ansiedad  de la expedición suponía que no era nada de importancia; la noche del 20 dormimos bien y al día siguiente, temprano nos alistamos, desayunamos y nos preparamos para tomar la avioneta al campo 1.

 

Almorzamos en Talkeetna antes de viajar, los ánimos muy fuertes, el sentido del humor alto,  el nivel de fraternidad y compañerismo de un equipo cada vez más unido en su más alto nivel. Teníamos todos los elementos necesarios para avanzar con éxito a nuestra meta, llegamos a campo base y aunque el día estaba soleado, la temperatura marcaba alrededor de -10 grados  centígrados, aquella tos se volvió un poco más frecuente y con cierto dolor en el pecho.

 

Esa tarde terminamos de armar la carpa con Nelson (Piqui) y él mencionó que se acostaría temprano dado que quería descansar.  Yo empecé a sentir un poco de frío, la temperatura  bajo un poco más  y en la carpa me metí en el sleeping sin quitarme la chaqueta de plumas, me tomé un té caliente que había preparado Alex, no tuve una buena noche, la tos era más persistente y el pecho me dolía un poco más… Piqui me dio un medicamento para la  gripa y comenzó un dolor de cabeza que era constante y que crecía, no tuve mucho apetito, empecé a preocuparme un poco…

 

Fue una noche fría y tuve un poco de escalofrío, aunque no se durmió bien; en la mañana se tomó la decisión de que José, nos acompañaba únicamente hasta campo base y regresaba porque no podría con su lesión de la espalda soportar el peso del trineo de alrededor de unos 40 kilos, más el peso del morral entre 10 y 15 kilos y que la recomendación de los médicos era no colocar peso sobre la espalda, el dolor continuaba y a pesar de la medicina que estaba tomando, se estaba haciendo ¡irresistible! estos fueron momentos muy difíciles, pues después de haber preparado y gestionado un proyecto con tantos meses de antelación veíamos como otro miembro del equipo debía dejar el proyecto por razones fuera de su voluntad….

 

Después de despedir a José y ver como se alejaba en el avión de regreso  comenzamos a prepararnos para avanzar al campamento 1, durante el día no tuve apetito de comer nada por el dolor de cabeza que aún persistía e iba incrementándose…. Me tomé un medicamento para el dolor de cabeza y nos preparamos para salir, cada uno tomó la parte del equipo comunal que debíamos cargar, en mi caso además de la porción de comida, tenía la parte de comunicaciones que me correspondía por el nuevo rol.

 

Preparamos los trineos e iniciamos  nuestra marcha para campo 1, deberíamos recorrer unas 7 horas y subir unos 400 metros. La jornada fue  larga y dura, en el camino tuvimos de frente vientos bastante fuertes que sentí me afectaron el pecho, tuve que parar varias veces y no pude concretar un ritmo que me permitiera avanzar sin desgastarme tanto, estábamos bastante pesados y sin haber comido nada en  día y medio sumado al dolor de cabeza, la energía se fue agotando…

 

La travesía a campo 1 tomó más de 8 horas,  la tos creció y se hizo más fuerte y el dolor de pecho era cada vez más desgarrador…. Cuando llegamos la cordada que había tomado la delantera había armado la carpa y entré de inmediato en ella, me cambié la ropa que traía en sudor y el frío era tan intenso que tuve que sacar la chaqueta de altura, entré al sleeping  y no pude probar bocado, tome té caliente y dos aspirinas para el dolor de cabeza, traté de conciliar el sueño pero la tos  no me dejaba ni dejaba dormir a mis compañeros, fue una noche de mucho escalofrío, tos y dolor de cabeza, la energía se me estaba agotando y ahora era un tema que no parecía que pudiese recuperarse fácilmente….

 

Descansamos y cuando el sol pegó en la carpa que se calentó, sentí otra vez calor en los huesos, se estaba  planeando  subir al campamento 2, Nelson Cardona  Piqui me pregunto ¿cómo me sentía? y le dije que sin energía y que la tos y  el dolor de cabeza  (sobre todo esto último) era muy fuerte…

 

Tome “Neosaldine” para el dolor de cabeza y no me ayudó nada, en ese momento me preocupé y vi que la situación en vez de mejorar estaba empeorando,  llevaba ya 48 horas sin comer y no tenía apetito, el dolor del pecho era más fuerte cada vez tenía más tos, Piqui me pregunta si quiero regresar le digo que no sé, que no había contemplado la posibilidad, llamamos a Juan Pablo Ruiz  nuestro líder y evaluamos  las alternativas:

 

1. Sí continuábamos subiendo y las condiciones físicas empeoraban  deberíamos tratar de llegar al Medical Camp que tiene servicios médicos y preparar una evacuación desde allí en helicóptero, pero para llegar allí faltan tres días.

2. Aprovechar la fortaleza de Joaco o Alex para que me acompañen al campo base y así poder regresar.

 

Se tomó la decisión que lo más conveniente por mí salud era tratar de bajar a campo base y regresar.

 

En ese momento me sentí muy triste y desilusionado de mí mismo, me había preparado bastante fuerte para éste reto, no quería abandonar la expedición pero las fuerzas no me daban la energía se estaba agotando y no veía como recuperarla, en ese momento pensé en el desgaste que podría representar para el equipo que la situación fuera más dramática más arriba y equivalía en caso de tener que regresar, comprometer entre uno y dos miembros adicionales del equipo, no tenía fuerzas pero me alisté y Alex me acompañó al campo base; fue una jornada muy larga y tortuosa, la tos y el dolor de cabeza eran más frecuentes y llegar al campo basé fue de mucho sufrimiento además de dejar al equipo.

 

Ésta experiencia ha dejado muchas cosas:  una que el equipo que tenemos es un equipo súper poderoso, no sólo por la experiencia de montaña si no porque éstos son los amigos con los que es rico ir a la montaña, las decisiones difíciles las conversamos, tuvimos un diálogo constructivo y sincero que nos permitió evaluar cada alternativa en beneficio de la seguridad de cada uno y de todos como equipo; otro es lo increíble que es la naturaleza en esta parte del planeta y ésta montaña que tiene una vista de este glaciar majestuoso e imponente, que genera mucho respeto, lo variable de las condiciones que cambian con facilidad, en campo 1 estábamos con un sol radiante  y  según el reporte del Ranger  ese día de campo 1 la cumbre tenía vientos de 120 kms hora y que esperamos no estén para cuando se intente el ascenso.

 

No hay ningún ruido, sólo el de las raquetas que tratan de quebrar el hielo que hay debajo de los pies, o de vez en cuando el ruido de una avalancha que se desprende de alguna de las montañas que nos rodean y que están bastante retiradas, sólo los pensamientos circundan en ésta travesía en la mente de cada uno…

 

Haber tomado la decisión de bajar estuvo acertada, la noche que pasé en Talkeetna fue muy dura con mucha tos y dolor de cabeza, si esto hubiese continuado en campo 2, las  condiciones de recuperación se hubieran complicado; para esta montaña hicimos todo lo que debíamos hacer un entrenamiento fuerte, una preparación técnica y mental de varios meses pero algo inesperado sucedió, esta especie de bronquitis que desarrollé en forma tan repentina me quitó la oportunidad de alcanzar la cumbre. En mi viaje de regreso he buscado la razón de ¿qué pudo haber pasado, en dónde me equivoqué, qué hice mal, en dónde estuvo mi falla, qué debo hacer mejor la próxima vez para que no suceda?

 

Lo que me complace es haber podido tomar una decisión apropiada en el momento apropiado para no comprometer al resto del equipo, mi energía está con el equipo que queda, son 6 guerreros con experiencia de montaña de todas sus vidas,  habiendo conquistado y afrontado los retos que cada una les ha enseñado y con la energía de todos vamos a ver cómo ese equipo de colombianos que no se dejan vencer a pesar de las adversidades, sigue y demuestra que los sueños los podemos hacer realidad, muchas veces hay que caer para alcanzar lo que nos proponemos, lo importante es levantarse las veces que sea necesario y seguir intentándolo, doy gracias a todos los que me han apoyado con sus palabras de aliento, ¡Lo volveremos a intentar!

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