Edgar Degas murió un 27 de septiembre de 1917 en Francia, el mismo país en el que nació en 1834. Contemporáneo de Guagin, Cézanne, Van Gogh y Manet, Edgar Degas también fue coleccionista de sus obras.
Dedicado a la pintura y a la escultura, su trabajo es considerado una apertura a la corriente del Impresionismo, en el que la luz es protagonista de las obras, como un deseo por crear una representación espontánea del mundo.
Aunque se admite también en la obra de Degas influencia de los movimientos realistas y clásicos, pues se opuso, como se acostumbraba en el Impresionismo, a pintar al aire libre.
El arte de Edgar Degas
Edgar Degas – In a Café, (El ajenjo). 1875–1876.
El óleo y el pastel fueron los materiales que más empleó para hacer las pinturas que le dieron la fama: bailarinas retratadas en encuadres fotográficos (una de sus pasiones) que dan la percepción de movimiento.
Pero Edgar Degas también hizo retratos de su entorno familiar, como el cuadro La Familia Belleli, en el que pintó a su tía y sus primas. Durante una época desarrolló trabajos con temáticas sociales como Las planchadoras (1884) y Las absentas (1876) en la representó una cierta empatía con personajes como prostitutas y mendigos.
La obra de Degas está dedicada principalmente a la mujer, desde las bailarinas, hasta mujeres en la ducha o la cama con su desnudez, sus movimientos o su quietud. Murió soltero sin que tampoco se le conociera una relación amorosa. Según dijo en alguna ocasión “Hubiera sufrido durante toda mi vida el temor de que mi esposa dijera: Te ha quedado bonita, después de acabar una pintura”.
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