Cien años de Soledad
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Los pájaros de Macondo: así se creó la ambientación sonora de Cien años de Soledad

Diners conversó con Diego Calderón, ornitólogo que capturó los sonidos de animales para la serie, y Manuel Gordillo, supervisor de efectos sonoros de Cien años de Soledad. Aquí está el detrás de escena para lograr un ambiente sonoro que evoca a Macondo.
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diciembre 27, 2024
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La adaptación de Cien años de Soledad es una producción de amores y odios. Por un lado, a tan solo dos semanas de haberse estrenado, está en la lista de las series de habla no inglesa más vistas; pero, por el otro, críticos de cine la catalogan como, “cien años de aburrimiento”.

Aparte de esa disyuntiva, algo que se le debe abonar a esta serie de Netflix es que fue hecha buscando representar “la colombianidad” en su totalidad. El elenco de Cien años de Soledad es colombiano al igual que el equipo de producción, los lugares de grabación y, también, su ambiente sonoro.

La Tina y WhereNext, empresa de postproducción de sonido y productora audiovisual, estuvieron capturando los sonidos de 94 especies de aves, cuatro tipos de ranas y cuatro clases de insectos de la Costa Caribe, exclusivamente para esta serie.

El biólogo Diego Calderón (DC), y el sonidista Sebastián Martínez capturaron los sonidos de aves como el gulungo y el cargabarro para que Manuel Gordillo (MG), supervisor de efectos de sonido, construyera auditivamente el escenario de Macondo.

La Revista Diners conversó con ellos.

Lea esta entrevista a los creadores del ambiente sonoro de Cien años de Soledad

Cien años de Soledad
Pájaro cargabarro. Foto cortesía Johnnier Arango @TheAndeanBirder

¿Cuánto tiempo tomaron para crear el ambiente sonoro de Cien años de Soledad?

MG: Puntualmente, empezamos el diseño sonoro desde enero hasta octubre que terminamos. Arrancamos las primeras conversaciones de Cien años de Soledad en marzo del 2023, más o menos. En octubre del año pasado, nos invitaron a conocer el set y ver qué elementos nos iban a funcionar en términos de sonido.

Después, los directores y Paco de Netflix querían escuchar una prueba y la hicimos para enero de 2024. Lo que querían oír era el primer éxodo del primer capítulo y cómo iba a cambiar el diseño sonoro entre un lugar y otro.

DC: Sebastián y yo fuimos a trabajar en mayo y nos fuimos una semana a campo, pero lo hicimos en tiempo récord porque no podemos negar que fue hecho en un momento en que la posproducción estaba avanzada. Logramos casi 600 cortes limpios y trabajables.

¿Cómo hacer un diseño sonoro tan rico y que refleje la esencia de Cien años de Soledad sin caer en estereotipos? Es decir, por ejemplo, que Latinoamérica es solamente selva o que el realismo mágico es netamente fantasía

MG: Me tentaba demasiado caer en el cliché del sonido para películas de aventura, como de Harry Potter. Es muy fácil querer hacer un diseño sonoro fantástico. Entonces, justamente estuvimos hablando con [los directores] Alex y Laura, y ellos nos decían, “queremos un sonido que sea realista, pero que podamos estar desdibujando la línea entre lo real y lo ficticio”.

La técnica que tuvimos en cuenta fue justamente los pájaros. Hablando con Diego, yo le decía, “necesitamos pájaros que no sean tan bonitos necesariamente, sino que tengan alguna cualidad extraña”. Entonces, era buscar sonidos reales, pero que fueran tan exóticos, tan complejos que nos permitan jugar con el espectador y que se pregunte si es real o no.

¿Cómo hicieron la caracterización de las aves para la serie?, ¿fueron a Aracataca, el pueblo natal de Gabriel García Márquez, para capturar sonidos de animales que habitan la zona?

DC: Las dos o tres veces que he hablado, no tengo autorización de dar localidades específicas de dónde grabé cantos de aves. No te voy a decir si sí fui o no a Aracataca, pero te voy a decir que yo no la conozco. Entonces, ahí puedes deducir.

Lo hicimos en zonas donde pensábamos cuál era la zona que más fidedignamente nos podría representar auditivamente la naturaleza de Macondo y no nos casamos con una coordenada geográfica, porque yo creo que eso empobrecería un poquito todo el concepto que la gente tiene. Cada quien ubica a Macondo donde quiera. El Caribe colombiano sigue siendo Macondo, eso es lo bonito [de ese lugar], que no existe.

Diego, cuéntenos si es la primera vez que dispone su conocimiento en aves y biología para una producción audiovisual

Para una serie de este calibre, sí lo es. En el 2018, tuve la fortuna de participar en un documental que se llama The Birders. En ese documental, capturamos sonidos de Aves, tiene 100% el audio original de donde estábamos; y en el pasado, había podido trabajar para algunos proyectos de difusión de ciencia que no eran demasiado académicos.

Por ejemplo, la producción del CD de Los Cantos de las Aves de los Andes de Colombia, que es un proyecto que en el 2005 que el Instituto Humboldt sacó cuando no había MP3 sino que se sacaban CDs y es un librito con 6, 7 CDs donde están todos los cantos de las aves andinas colombianas. Pero al nivel de Cien Años de Soledad, esta es la primera vez que hago parte de una serie.

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¿Cómo se interesó por las aves y el estudio de estas?

DC: En mi caso personal, yo a las aves les he tenido un gran aprecio desde que empecé a pajarear, pero el punto de quiebre fue cuando estábamos muy cerca a Medellín en un bosque y mi amigo Andrés Cuervo, quien es hoy uno de los grandes biólogos que trabaja con aves en Colombia. Recuerdo que el hombre silba a un pájaro, el pájaro se viene y se le para de frente a dos metros a responderle.

Yo estoy viendo como esta interacción y yo digo, “pucha, algún día yo quiero hablar con las aves, así como este loco lo está haciendo”. Y precisamente hoy por mi trabajo, tengo el privilegio de conocer una cantidad de aves de Colombia y una de las herramientas principales es el canto. Las aves tienen ese superpoder de ofrecerle placer a todo el mundo en cualquier ángulo que las quieran mirar.

De las principales aves que grabaron, ¿alguna está en peligro de extinción?

DC: El Caribe colombiano puede ser definido por un grupo de aves muy especial; en general, las especies las encuentras tanto en el Golfo de Morrosquillo, como si estuvieras en Valledupar o en alguna ranchería en La Guajira. Precisamente, por el hecho de que son especies de amplia distribución, no están amenazadas o son endémicas. Lo que queríamos con Cien años de Soledad era buscar ser cosmopolitas, tener amplia distribución, no ser muy restringido.

Entonces, de casi 100 especies grabadas, no hay ninguna que esté en un alto grado de amenaza, tal vez hay una o dos que tienen cierto grado de endemismo o son únicas en el Caribe colombiano. En general son aves locales colombianas porque, aunque se tienen muchas aves migratorias que vienen desde el norte en diciembre, ninguna de ellas son muy vocales porque se reproducen en Norteamérica y vienen aquí solo de paso.

Cien años de Soledad
Bichofué, otras de las especies que podrá escuchar en el diseño sonoro de la serie Cien años de Soledad. Foto cortesía @MemoGomezFoto

Cuéntenos una anécdota curiosa de algunas de las grabaciones de sonidos

DC: Yo empecé a andar en nuestras correrías a grabar sonidos con Sebastián, y decía, “puta, el gulungo, no hemos podido grabar unos buenos y los necesitamos”. ¿Y uno cómo graba gulungos? Tiene que llegar o encontrárselos de arepa en el campo o ir a un sitio donde conozca que hay una colonia de gulungos.

Un día le dije a Sebastián, como “seguite vos por esa carreterita, yo me voy por esta, separémonos un rato, cada quien grabe”. Yo me metí casi dos kilómetros por una carretera que no conocía, y de un momento a otro, escuché unos gulungos a lo lejos y la carretera me trajo al nido de ellos. Entonces, yo estaba como, “guau, qué lindos”, y me di cuenta: “pucha, no hay ruido de motos, no hay una finca, no hay un radio”.
Empecé a grabar, llamé por el celular al conductor, Toño, y le dije, “tráete ya a Sebastián para acá, que esto está buenísimo». Y ahí grabamos todos los audios de los gulungos.

Una vez finalizada las grabaciones en campo, ¿cuáles eran sus filtros para aceptar o descartar un audio?

DC: Para el primer filtro, yo estaba en el campo y escuchaba un pájaro cantando súper bien y yo, “uy, este está súper bueno”, lo empezaba a grabar y, de un momento a otro, pensaba como, “puta, pero es que este pájaro es de amplia distribución, este bicho está hasta los 2000 metros sobre el nivel del mar en los Andes”, apagaba el micrófono y me iba, porque tal vez no es el representante de la Costa Caribe más chévere. El otro filtro es que teníamos que encontrar lugares donde no esté pasando una moto, donde no esté pitando un carro, donde no esté pasando un tren con carbón, etcétera.

MG: Para complementar esa pregunta, Diego hizo un trabajo brutal que fue clasificar en un documento cada una de las grabaciones. Con un documento que venía el nombre de la especie y una pequeña descripción, me senté a escuchar una por una de las grabaciones, a revisar ese documento, y botar ideas. En una misma tabla iba poniendo las especies versus el personaje al que quería relacionarlo, a la ubicación en Macondo, o a la situación emocional. En este caso, decía como, “qué bonito sería tener sonidos de animales que se relacionen con estos personajes, estos lugares, o estas situaciones”.

¿Utilizaron Inteligencia Artificial en algún momento del diseño sonoro de Cien años de Soledad?

MG: Usamos una herramienta que se llama RX, es una herramienta de limpieza de audio que ya tiene todos los algoritmos creados a partir de inteligencia artificial. Lo que hace uno es que trae el sonido, lo pone en el programa; eso abre una gráfica de todas las frecuencias que hacen parte de ese archivo de sonido, y uno empieza milimétricamente a limpiar como si fuera un Photoshop. Por ejemplo, muchas grabaciones tenían pájaros con grillos, y es como “listo, grillos, chao”, necesito el pájaro solito porque lo quiero poner en un lugar donde no hay grillos en este momento.

Y milimétricamente se hace una limpieza tanto para diálogos como para todos estos sonidos que grabaron Diego y Sebastián.

Ustedes mezclaron el diseño sonoro final de Cien años de Soledad en un Dolby Atmos, pero, ¿cuál es la intención de hacerlo así cuando este sistema de sonido funciona pensado en cine y gran parte de la tecnología existente en Colombia no tiene esta configuración de sonido?

MG: El formato Dolby Atmos está en el mercado hace aproximadamente 10 años, pero en los últimos 4 o 5 años ha tenido un grandísimo despliegue gracias a las plataformas como Netflix y Amazon. Esa tecnología ya la tienen desplegada en todo el mundo, aquí en Colombia todavía no muchos, pero esa es una de las razones principales por las cuales esas plataformas hoy en día las están pidiendo.

De hecho, el formato de Dolby se está usando más para plataformas [de streaming] que para cine, porque en cine, en realidad, hay muy poquitas salas. Dicho esto, el formato tiene unas cualidades muy bacanas, y es que cuando finalmente va a salir en un televisor, el formato Dolby Atmos se convierte en un estéreo, pero, al hacerlo, tiene algunos procesos que hacen que el sonido tenga cualidades que hagan que suene como si viniera desde atrás y desde arriba. Entonces, hace una simulación como si tuvieras en una sala de cine todos esos sonidos.

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