Foto:
Cultura

La moda de la literatura brasilera

Con 750 editoriales, Brasil es uno de los países del continente con mayor crecimiento de su industria cultural. El invitado de honor a FILBO 2012 revela las raíces de sus letras.
Por:
abril 23, 2012
Comparta este artículo

En Brasil, hay quienes perciben cierto aliento literario a través de las calles, en los edificios variantes de formas, matices y estilos propios de una influencia amena, gracias al color y viveza de las casas provenientes de los pueblos brasileños durante la colonia, que inspiran al verles. Pero también hay libros que se visten de orgullo y narran sobre rostros de mujeres, hombres, ancianos y niños que recorren destinos, embebidos de alegre paso, atributo que va en la sangre que sabe de gozos.

Algunos más son fruto de inspiración, de los que cuentan la historia de quienes fueron insignia en sus letras, presas del juego infinito entre voces que hablan de sus tierras y han sabido trascender en ellas dando muestra de su proceso social. Así es como nace parte de su literatura. Producto de la arquitectura que se muestra no solamente en las figuras físicas, sino en la naturaleza humana que nace de cada habitante: un hálito de emociones representado en libros llenos de historias variadas.

Desde la época del Quinhentismo (período en el que nacen variedad de formas y estilos literarios en época de descubrimiento, siglo XVI) su escritura ha tenido distintos cambios que van de la mano de intereses territoriales, espirituales, políticos y sociales y que ha sabido trascender a nivel internacional, gracias a una variedad gramatical característica de cada período de la historia brasilera.

Por ejemplo, cuando en tiempos de descubrimiento, el lenguaje se hace místico y alude a las formas del portugués antiguo.

Son textos complejos que denuncian implícitamente parte del sistema que sienten como opresor durante la colonia. En aquel entonces, hubo una figura literaria emblemática, Gregório de Mattos e Guerra o “Boca do Infierno” que dio nuevos aires a lo que hoy se conoce ya como género dentro de la literatura en Brasil: escritos de protesta. Es considerado paria de la poesía brasilera por la denuncia en sus escritos referente a las vivencias que se dieron durante la época. Utilizaba un lenguaje místico y entregaba el valor de sus palabras al silencio de su gente, los pueblos confundidos en tiempos de conquista.

Con el paso del tiempo, la literatura en Brasil ha tenido variedad de cambios gracias a movimientos que surgieron incluso en toda Latinoamérica, en ritmos similares pero en distintas perspectivas. Almiro de Sousa, proveniente de Pará en la amazonía brasilera, trabaja como traductor en Colombia y comenta al respecto: “La época del Barroco, vista en sus escritos de carácter religioso mostraba parte del sentir de la sociedad en medio de contrastes materiales y espirituales. El Neoclasicismo con sus textos influyentes de la burguesía y sus valores, el Romanticismo y su esencia creativa, el Realismo y la relevancia que nace hacia el ser humano y sus conflictos, el Parnasianismo que evoca contenidos clásicos y textos que me recuerdan a “Boca do Infierno” por lo complejo; el simbolismo con sus poetas vagos, extraños. Y el Modernismo que llega como una muestra crítica de problemas sociales y empieza a trascender dando un lenguaje más popular, un tono, una nueva estética”.

El espíritu de los libros

Uno de los problemas para popularizar la literatura brasilera en el resto del continente podría ser el de las traducciones, pues las interpretaciones de escritos en portugués son difícilmente exactas al sentido real de lo que se busca decir en el texto original. Idealmente el significado de los contenidos no cambia, sino que debe acoplarse a los distintos contextos de cada país donde será llevado el libro, opina Almiro quien añade: “Todo bom tradutor é um bom traidor” (“Todo buen traductor es un buen traidor”), nunca es fiel al transportar los contenidos. Todo depende del contexto que da diferentes sentidos a la palabra. Un traductor debe buscar el espíritu de libro, más que el de las palabras”.

Es poco lo que a Latinoamérica llega del creciente desarrollo editorial de Brasil donde existen 750 editoriales, que anualmente imprimen 500 millones de unidades con un total aproximado en costos de 2.000 millones de dólares. La Embajada de Brasil presenta índices de tasas de alfabetización en personas adultas de un noventa por ciento y por obligatoriedad de un cien por ciento en el nivel primario. Para esta versión de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, Brasil llega con quince editoriales, con más de 800 títulos disponibles.

La voracidad de nuevos autores en búsqueda de grandes y pequeñas historias ha propiciado ese crecimiento, explica Rodrigo Mendes Carlos de Almeida, primer secretario de la Embajada de Brasil en Bogotá. Además, el Estado comprar cerca del cuarenta y cinco por ciento de la producción nacional de libros de literatura infantil y juvenil y textos didácticos para entregar gratuitamente a sus estudiantes. Así mismo, Brasil ha sabido alcanzar un índice de lectura de 4,7 libros al año (Colombia tiene 2,2 incluyendo texto escolares) teniendo como referencia los índices de entrega masiva de obras literarias a sus habitantes. Almeida opina al respecto: “En Brasil cada día nacen nuevos talentos, hay más experiencia y este año llegamos como país invitado a la Feria del Libro de Bogotá con grandes producciones y presentaciones”.

Inspiración. Quizás esta sea la palabra apropiada para describir un encuentro natural entre un texto brasilero y aquello que busca representar en palabras sobre algún aspecto de su naturaleza. Los lectores llevan en su mente los libros que leían de niños, las escuelas donde los conocieron y ese anhelo de escribir que tienen los autores por narrar historias a partir de un sentimiento. Los libros brasileros llevan en sus páginas parte de las casas coloridas y los grandes edificios, los cuentos de su historia, la sonrisa de la gente y los bailes alegres que llenan las calles en tiempos de carnaval. La nostalgia, la firmeza, la dicha, la riqueza y la pobreza; cada aspecto que lleva un pedazo de historia, segmentos del alma de un país que merece ser contado.

LO MÁS LEÍDO DE LA SEMANA

Cine y TV

La vida en una pequeña panadería de Tokio llega al cine

Una pastelería en Tokio es la película japonesa más comentada en el último año y llega a las salas de
Daviplata pensión
Tendencias

Davivienda presenta una nueva cuenta para los pensionados

Conozca aquí todos los beneficios de tener una cuenta Móvil Pensión del Banco Davivienda.
Tendencias

Guía para hacer su propio compost en casa

No usar restos de carne, pollo, huesos y productos lácteos son algunas de las recomendaciones para fabricar abono casero.