Polémicas, olvidados, sorpresas, indignaciones y reconocimientos tardíos. Estas características parecen marcar cada entrega de los Premios Óscar y, por supuesto, están presentes en la lista de nominados de este año.
La particularidad de este grupo de 2023 es que, a pesar de que se destaca una película con el máximo de nominaciones, no hay una sola favorita y la batalla está abierta en casi todas las categorías, con excepción de la de mejor actriz –Cate Blanchett ya puede abrir espacio para su tercera estatuilla.
Con sus once nominaciones, Todo en todas partes al mismo tiempo lidera el grupo de este año. Esta original y en ocasiones excesiva versión del concepto del multiverso, que tantos millones de dólares les ha hecho ganar a los estudios Marvel, logró que actores de una trayectoria sobresaliente optaran por primera vez a un Óscar.

La protagonista, Michelle Yeoh, ha consolidado una carrera en la que se mezclan éxitos en el cine chino −intervino en El tigre y el dragón de Ang Lee−, con participaciones en grandes proyectos de Hollywood, como las franquicias de James Bond (El mañana nunca muere) y el universo cinematográfico de Marvel (Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos).
Su pareja en escena, Ke Huy Quan, nominado a mejor actor de reparto, inició su carrera en la década de 1980 como una estrella infantil de dos populares cintas de aventuras: Indiana Jones y el palacio de la perdición y Los Goonies. Pese a que sus apariciones como actor se volvieron esporádicas, Quan siguió ligado a la industria como colaborador de cineastas tan importantes como el chino Wong Kar-Wai, a quien asistió en su película 2046 y a quien le rinde homenaje en Todo en todas partes al mismo tiempo con un personaje que parece sacado de sus dolorosas historias de amores imposibles.
A ellos se suman las otras dos candidatas a mejor actriz de reparto: Stephanie Hsu y Jamie Lee Curtis, quien forma parte de la realeza del cine –su papá, Tony Curtis, era uno de los galanes más codiciados de la era dorada de Hollywood, y su mamá, Janet Leigh, protagonizó el clásico Psicosis de Alfred Hitchcock–. Con más de cuarenta años de carrera, esta es la primera nominación de Curtis.
Más allá de su delirante apuesta formal, el gran mérito de esta cinta dirigida por los Daniels, pareja conformada por Daniel Kwan y Daniel Scheinert, es la forma en la que retrata la problemática relación entre la protagonista, Evelyn Wang, y su hija, Joyce. La historia se desgaja en un sinfín de universos y el común denominador en cada uno de ellos es el drama íntimo de estos personajes, que navegan en la tarea de ser madre y ser hija en el mundo contemporáneo.
Y de dramas íntimos están compuestas las historias de las principales candidatas de esta edición de los Óscar. Más allá de su empaque situacional, que puede ir desde la épica de la Primera Guerra Mundial y la majestuosidad del mundo sinfónico, hasta la pasión de un joven por el cine o la cotidianidad de un pequeño pueblo perdido en una isla irlandesa, estas historias están construidas a partir de dolores y pasiones muy humanas.
Un par de sorpresas
Tal vez la gran sorpresa es la película alemana Sin novedad en el frente, que recibió nueve nominaciones, incluidas las de mejor película, mejor guion adaptado y mejor película extranjera. Sin embargo, ¿se puede considerarla sorpresa teniendo en cuenta que es la tercera adaptación cinematográfica de la novela homónima del escritor alemán Erich Maria Remarque?

Ya se sabe del gusto que tiene la academia por los dramas de guerra, en especial por las llamadas historias antibélicas, y es casi inevitable que cada año haya una gran nominada de tal corte. Este filme del director alemán Edward Berger, disponible en Netflix, supo tocar cada tecla de su partitura al mostrar, a través de una factura impecable, el horror que supuraban las trincheras de la Primera Guerra Mundial, la angustia que encarna el soldado Paul Bäumer y la inhumanidad de aquellos que dictaron el destino de sus ejércitos y nunca pisaron una trinchera.
La guerra, aunque en este caso la guerra civil, también entra en juego en Los espíritus de la isla, la cinta de Martin McDonagh que tiene nueve nominaciones. En este caso, esa guerra es un telón de fondo, un hecho sugerido que apenas afecta la cotidianidad de los habitantes de Inisherin, uno de esos pueblos en los que nada pasa, o en los que pasa siempre lo mismo. McDonagh, dramaturgo aclamado por obras de teatro como The Pillowman, maneja el humor negro como pocos, a partir de unos diálogos con un tempo impecable; en su nueva cinta reúne de nuevo a Colin Farrell y a Brendan Gleeson, quienes protagonizaron su hilarante debut: En Brujas.

En esta ocasión, Farrell y Gleeson, nominados ambos, encarnan a dos hombres (muy adultos o muy infantiles, según la circunstancia) que se enfrentan al final de su amistad. Con un elenco de reparto brillante, liderado por Kerry Condon y Barry Keoghan, McDonagh, de ascendencia irlandesa, creó una película en la que extrae lo mejor de su cine: esas situaciones absurdas que recuerdan porqué Irlanda es la cuna de algunos de los mejores dramaturgos de la historia, y deja de lado lo peor: esos insultos que rayaban en la misoginia o en el racismo y que más allá de la risa simple aportaban poco a sus tramas.
En la lista de viejos conocidos de estos galardones aparece de nuevo Steven Spielberg, quien esta vez apostó por lo íntimo con Los Fabelman, la historia de Sammy, un joven que se enamora del cine y empieza a grabar sus primeras películas mientras su familia se desmorona. Es inevitable ver un reflejo del propio director en este argumento, con lo que Spielberg se suma a esa tendencia de la autoficción, un género naturalmente literario con el que otros cineastas como el italiano Paolo Sorrentino, en Fue la mano de Dios, o el norirlandés Kenneth Branagh, en Belfast, ya habían relatado el nacimiento de su pasión con el cine.

Y, aunque Cate Blanchett también es un rostro conocido de estos premios, la película que protagoniza es una de las más innovadoras y electrizantes: TÁR. Blanchett le da vida al personaje de Lydia Tár, una excéntrica directora de orquesta que sueña con grabar las nueve sinfonías de Gustav Mahler con una misma orquesta. Como batuta principal de la Filarmónica de Berlín, Tár prepara la grabación de la Quinta de Mahler, con lo que cumpliría su objetivo, pero al mismo tiempo inicia un descenso a la locura.
Blanchett roza la perfección en este papel lleno de delirios y secretos susurrados, que el director Todd Field escribió especialmente para ella. Esta es, de hecho, la primera película de Field después de dieciséis años (la última había sido Juegos secretos, de 2016).
Hablando también de regresos, el actor Brendan Fraser protagoniza la historia de redención del año, esa que tanto le gusta a Hollywood. Tras enfrentar una profunda depresión provocada por un episodio de acoso sexual, Fraser empezó a tener papeles recurrentes desde hace un par de años y ahora, con su trabajo en La ballena, de Darren Aronofsky, se planta como favorito para ganar el Óscar a mejor actor.
En las categorías de actuación también debutan Angela Bassett, la primera actriz nominada del universo Marvel por su papel secundario en Wakanda Forever, y Bill Nighy, quien a los 73 años recibió su primera nominación por el rol protagónico en Vivir, nueva versión del clásico del mismo nombre de Akira Kurosawa.
A esto se le suma la polémica en torno a la nominación a mejor actriz de la británica Andrea Riseborough por su actuación en To Leslie, en la que interpreta a una mujer alcohólica que se gasta las ganancias de una lotería. La polémica no fue por su papel en sí, sino porque nunca tuvo ningún tipo de promoción ni estuvo entre las favoritas. El interrogante es si se rompió alguna regla para lograr la nominación.
Sin embargo, la academia se pronunció al respecto y dijo que su objetivo era garantizar que la competencia “se lleve a cabo de manera justa y ética”, pero quería confirmar que “no se violaron las pautas” y examinar “si es posible que se necesiten cambios en las pautas en una nueva era de redes sociales y comunicación digital”. Aunque, siendo realistas, es muy poco probable que se retire su nominación y menos en esta categoría.
Los olvidados de los Premios Óscar 2023
Es virtualmente imposible que cada lista de nominados de los premios de la academia deje satisfechos a todos sus seguidores, pero los Óscar también se han encargado de perpetuar una estela de injusticia. Son errores históricos que Ciudadano Kane no ganara en la categoría de mejor película o que Stanley Kubrick nunca se llevara una estatuilla a mejor director. En esta nueva entrega, aunque en menor escala, esas decisiones controversiales también están presentes.
A pesar de que el irlandés Paul Mescal alcanzó su primera nominación a mejor actor por Aftersun, quedó en el paladar un sabor de injusticia de que esta sea la única candidatura de la cinta (en Colombia se puede ver en la plataforma MUBI). Con una puesta en escena sutil, conmovedora y desgarradora, la ópera prima de la escocesa Charlotte Wells recibió la aclamación de la crítica y, teniendo en cuenta ese antecedente, mereció mejor suerte en categorías como mejor guion, película y director.

De hecho, esta última categoría estuvo dominada por los hombres (McDonagh, los Daniels, Spielberg, Field y Ruben Östlund por El triángulo de la tristeza), lo que dejó fuera de la quiniela a talentosas mujeres que merecían una nominación, como Sarah Polley, de Ellas hablan, y la propia Wells. Es un paso atrás teniendo en cuenta que, en las últimas tres entregas, dos mujeres se habían llevado este reconocimiento: Chloé Zhao (Nomadland) y Jane Campion (El poder del perro).
Y en lo que ya se bosqueja como una tendencia que se sumará a la lista de olvidos imperdonables, una vez más quedó fuera de toda posibilidad el cineasta coreano Chan-Wook Park, uno de los principales responsables de la internacionalización del cine de su país gracias a obras maestras como Oldboy (2003), segunda parte de su Trilogía de la venganza, y La doncella (2016).
Este parecía ser el año en el que por fin se reconocería el trabajo del cineasta gracias a su más reciente película, La decisión de partir, que ya se había alzado con el premio a mejor director en el Festival de Cine de Cannes y había obtenido dos nominaciones en los Bafta: mejor película extranjera y mejor director. No obstante, La decisión de partir no alcanzó el grupo de cinco finalistas en película extranjera y Park, en una consecuencia apenas lógica, tampoco hizo parte de los directores nominados.
Otra olvidada internacional fue RRR, la epopeya india de tres horas de duración, dirigida por S. S. Rajamouli, que únicamente logró una nominación a mejor canción original por Naatu Naatu.

En ese terreno del cine del mundo, así como la selección de fútbol ganó recientemente la tercera estrella en el Mundial de Catar, el cine argentino quiere el tercer Óscar con Argentina, 1985 –ya lo había logrado con La historia oficial (en 1986) y El secreto de sus ojos (2010)–. Claro que la omnipresencia de la alemana Sin novedad en el frente puede complicarle el resultado al filme protagonizado por Ricardo Darín y Juan Pedro Lanzani.
Lo que se sabe de la noche
Ya comenzó la cuenta regresiva para la edición 95 de los Premios Óscar, que se llevará a cabo una vez más en el teatro Dolby de Los Ángeles.
Lo que hasta ahora se sabe es que Jimmy Kimmel será el encargado de conducir la ceremonia por tercera vez (lo hizo en 2017 y 2018) y que la academia optó por tener de nuevo un maestro de ceremonias. Además, se transmitirá en vivo la premiación de las 23 categorías.
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