En noviembre de 2018 el ingeniero mecatrónico Alexander Nieves se dirigía en bicicleta hacia su casa cuando fue arrollado por un vehículo de servicio público. El conductor no lo había visto, y por poco pierde la vida.
A partir de ese accidente, Nieves se dio cuenta de que no era lo suficientemente visible en la vía. En mayo de 2019 aprovechó su conocimiento y pasión por crear cosas para construir un aparato para su propia seguridad: Bigo Safe. Hoy ya ha vendido 295 dispositivos y ha exportado a Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Venezuela.
“Bigo Safe es un señalizador luminoso que funciona a partir de los movimientos de la cabeza para usuarios de bicicleta, moto, patinetas eléctricas o cualquier otro medio alternativo de movilidad. Busca hacerlos más visibles en la vía y en la carretera y así ayudar a prevenir los accidentes de tránsito y salvarles la vida”, explica.
Visibilizar para salvar vidas
El gran impacto social y la enorme posibilidad de escalabilidad de Bigo Safe no pasaron inadvertidos para el jurado. Actualmente, en el mundo hay más de 500 millones de ciclistas y en Bogotá se moviliza al día cerca de un millón de ellos. Según un estudio de la Universidad Libre, en la capital colombiana, más del 70 % de los accidentes en bicicleta se presentan por la falta de visibilidad de los biciusuarios.
“Le apostamos a una movilidad para las ciudades del futuro con tecnología que se pueda conectar con los diferentes vehículos, que pueda generar información de valor a las entidades de transporte para tener acciones en pro de la vida del ser humano”, agrega Nieves.
Bigo Safe ya pedalea en proyectos con la Agencia Nacional de Seguridad Vial y la Secretaría de Movilidad de Bogotá. Alexander y su equipo ruedan también por llegar a las 500 mil unidades en 2022, para lo que las mentorías y los 7 mil dólares del premio de Social Skin les darán un gran impulso.
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