En una madrugada de 2016, el corazón de Kathy Sáenz comenzó a latir con tanta fuerza que, de repente, se despertó. Estaba empapada en sudor, su vista se nubló y el aire comenzó a faltarle. A su lado yacía dormido su hijo menor, Amador. Solo habían transcurrido dos semanas desde su regreso a Bogotá; su esposo Sebastián Martínez permanecía en México, mientras terminaba de grabar una serie.
Sáenz, en medio de la angustia que no se diluía con el pasar de los minutos, recordó que un amigo le había hablado sobre los ataques de pánico. Identificó cada uno de los síntomas mientras libraba una batalla consigo misma, en la que meditar no era una opción. Optó por buscar en su mochila un aceite de rosas. Lo esparció por varias partes de su cuerpo mientras se obligaba a inhalar y a retomar el control.
Hoy, recordar ese suceso supone para Sáenz un estímulo. “Esos eventos ocurren en la vida para darnos la oportunidad de revisar lo que hay adentro, lo que no hemos visto o no se ha manifestado. Fue doloroso, pero me hizo reflexionar”.
Kathy Sáenz en la foto, cortesía Pure Beauty
Desde entonces, esta mujer que se define a sí misma como una “buscadora espiritual”, encuentra paz en la meditación, en la aromaterapia y en su fe inquebrantable en un maestro que forma parte de un linaje de guías espirituales de la India.
Guía espiritual
Aunque al crecer nunca le fue impuesta una religión, desde muy joven sintió la necesidad de encontrar “un lugar adecuado donde mi alma resuene en perfecta consonancia”. Durante cinco años contó con la guía de Suryavan, un chamán en Chile que lidera Cóndor Blanco, organización de desarrollo humano.
Él le contó sobre los maestros perfectos, “personas que vienen a ayudar a la humanidad y que muestran el camino de regreso a la morada de Dios”, explica Sáenz. Aquella idea quedó en su cabeza, hasta que por recomendación de una amiga, Kathy conoció a quien es su terapeuta desde hace veinte años.
En una de sus terapias Sáenz vio una foto colgada en la pared, que resultó ser la imagen de un guía espiritual de la India llamado Sant Ji. Todo cobró sentido para la actriz, que supo de inmediato que ahí acababa la búsqueda de su maestro y empezaba una nueva ruta.
El trayecto que siguió la llevó a descubrir la ayurveda, la medicina tradicional y alternativa de la India. Isabel Fernández, médica de la Universidad de Antioquia y profesional de salud ayurveda del California College of Ayurveda, explica que este sistema es “producto de observar la naturaleza y sus cualidades. Busca hacernos conscientes de que formamos parte de ella, viendo reflejados sus ritmos y diversidad en nosotros mismos”.
Trabajo en equipo
Como un testigo de lo que los aceites esenciales y la ayurveda habían logrado en su esposa, el actor Sebastián Martínez la animó a compartir sus herramientas con quienes constantemente le preguntaban por sus secretos de belleza. “Lo primero que dijo fue que ella no era empresaria. Pero llegó la fuerza de arriba. Y como todo en la vida, cuando debe ser, fluye”, recuerda Martínez.
El reto era entonces dejar a un lado el miedo y concentrarse en compartir su experiencia. “No me gusta dar consejos, no me siento en capacidad de darlos. Pero sí puedo compartir las herramientas poderosas que me han servido a mí y a mi familia”, dice Kathy.
Para octubre de 2020 la pareja lanzó oficialmente Pure Beauty, con una primera etapa dedicada a su línea de aceites esenciales. A la par, desarrollaron una línea de cuidado facial enfocada en la ayurveda, en conjunto con un laboratorio en India.
Terapia de belleza
La ayurveda, además, propone que el cuerpo está gobernado por tres principios fundamentales conocidos como doshas, derivados de los elementos de la naturaleza. Estos doshas –Vata, Pitta y Kapha–, son indispensables en esta medicina ancestral, incluso en sus recomendaciones para el antienvejecimiento, ya que cada persona tiene un porcentaje específico de doshas.
Foto: Cortesía Pure Beauty
“Trabajamos junto a un laboratorio cosmético ayurveda con una trayectoria de sesenta años y 25 médicos que hacen las formulaciones de acuerdo con los doshas y los ingredientes tradicionales de la medicina holística”, comenta la actriz.
La marca está respaldada por sellos como el certificado ISO para buenas prácticas de fabricación de productos cosméticos y la certificación Ecocert, que asegura cosméticos naturales y ecológicos. Además, el laboratorio en India cuenta con un sello de pureza que “confirma que las materias primas son altamente puras, libres de pesticidas y químicos”, asegura Sáenz.
Esta rutina busca cuidar la piel sin plantear falsas expectativas, dice la artista. “No somos médicos ni dermatólogos, estamos lejos de eso. Pero estoy aburrida de las cremas que no funcionan y están llenas de químicos. Mi recomendación es que consulten con su dermatólogo”, sugiere.
¿Ya conocía la línea de belleza de Kathy Sáenz?