Las remolachas pequeñas y dulces son las mejores para disfrutar de la mezcla de esta verdura con queso feta salado y el ácido del sumac (especia de color rojo, típica en la cocina de Oriente Medio, con un sabor muy similar al limón).
8 remolachas pequeñas cocinadas, peladas y cortadas en trozos
1 taza de queso feta desboronado
1 manojo de nuez nogal
1 manojo grande de perejil liso picado
1 manojo grande de eneldo picado
1/4 de cucharadita de sumac (opcional)
2 cucharadas de vinagre vino tinto
1 cucharada de zumo de limón
1 cucharada de aceite de nogal (u otra de aceite de oliva)
3 cucharas de aceite de oliva extra virgen
Sal al gusto
Coloque la remolacha en un recipiente con el queso feta, las nueces, el perejil, el eneldo y el sumac. En un recipiente aparte prepare el aderezo mezclando el vinagre de vino tinto con el zumo de limón, aceite de nogal, aceite de oliva y sal al gusto. Vierta encima de la remolacha y mezcle bien. Sirva inmediatamente.