Desde hace siete décadas, la humanidad ha convivido con el plástico. Este derivado del petróleo ofreció comodidad, pero hoy provoca daños graves: en el Pacífico flota una isla de desechos de más de 1,6 millones kilómetros cuadrados, más del doble del tamaño de Francia y España juntas, y según la ONU, vertemos casi 9 millones de toneladas al año en los océanos.
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Para detener esta vorágine, el mercado de plásticos biodegradables mueve ya unos 6 000 millones de dólares en 2025 y se proyecta que alcance 15 600 millones de USD en 2035. La industria crece a dobles dígitos: se estima un aumento anual del 13 % al 17 % hacia 2030. Europa, EE.UU. y Asia lideran esta tendencia, impulsada por regulaciones y rutas de economía circular.
A continuación, cinco materiales biodegradables que están marcando el camino real hacia un futuro sin plástico:
1. Ácido poliláctico (PLA): el mejor de los no plásticos
El PLA es el líder de mercado. De origen vegetal (maíz, almidón), ofrece una rápida degradación en plantas de compostaje, en semanas. NatureWorks, asociada a proyectos como los de Michio Komatsu, redujo el consumo de energía fósil por kilo a unos 27 MJ, frente a los 85 MJ de un plástico convencional. Además, se prevé reducirlo aún más a 16 MJ en próximas plantas.
2. Micelio: material que brota del suelo
Empresas como Ecovative Design convierten residuos agrícolas en micelio moldeable. Tras un secado al aire, se crean empaques y aislantes; usados, vuelven al suelo como compost. Es una solución regenerativa, completamente orgánica y fácilmente devoluble a la tierra.
3. Yuca prensada: bolsas que se disuelven
En Indonesia, Avani Eco produce bolsas biodegradables hechas con yuca, usando maquinaria convencional. Aunque su precio supera hasta en 300 % el del plástico petróleo, ofrecen compostaje en 100 días o disolución en agua. El reto sigue siendo la escala, pero su impacto ya se siente en embalaje orgánico.
4. “Shrilk”: el bioplástico que florece
Creado por Javier Fernández (Harvard), “Shrilk” combina quitina de cáscara de camarón con seda para obtener un material transparente y compostable. Debuta en vasos desechables con opción de nutrir la tierra tras su uso, cerrando un círculo natural y sostenible.
5. Saldo del micelio: cuero para otro siglo
MycoWorks lleva décadas perfeccionando Reishi™, un material de micelio tan elegante y resistente como el cuero animal. Ideal para bolsos y carteras, representa un avance en moda ética: sin sacrificios, solo hongos.
Mención honorífica: bioplástico de papa peruano
Investigadores peruanos desarrollaron un plástico de almidón de papa, no comercial todavía, que resiste hasta 1 kg y se biodegrada en 300 días. Buscan apoyo para su producción y pueden abrir paso a bioplásticos andinos.
También vale la pena mencionar…
Bioplásticos de microalgas y bacterias: científicos de la UC San Diego y Algenesis confirmaron que estos materiales desaparecen por completo en menos de 7 meses, sin dejar microplásticos.
Masterbatch “Lyfecycle” de Polymateria: un aditivo para polímeros convencionales (polietileno, polipropileno) que hace que se transformen en cera inocua en menos de un año sin microplásticos .
Envases de madera y PHAs con fibra de pino: un estudio de la Universidad de Queensland desarrolló envases biodegradables para fruta (PHAs + madera) que resisten como el plástico, y se degradan en suelo y agua.
Lo que aún debemos mejorar
Aunque la adopción avanza, persisten retos: solo el 50 % de los bioplásticos realmente se biodegrada en condiciones naturales; muchos requieren plantas industriales. Además, generan impactos como eutrofización o uso de fertilizantes en cultivos biológicos. Igualmente, pueden ser de dos a tres veces más costosos que el plástico convencional.
Sustituir el plástico es urgente y ya es posible. Estos cinco materiales ofrecen soluciones viables hoy. El desafío es escalar, regular, mejorar infraestructura de compostaje y desmontar desmontar el mito del bioplástico, porque se trata de productos bien hechos, gestionados y sin dejar residuos ni emisiones ocultas. Una transición real comienza ahora, cada vez que elija una alternativa biodegradable.
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