Quizás usted sea de los que trabaja hasta tarde y llega a casa esperando con ansias cenar y de inmediato dormir. Sin embargo, esta rutina puede dañar su estómago y provocarle reflujo y desordenes alimenticios.
Para que esto no le pase, entienda que el estómago requiere unas cuantas horas para vaciarse después de comer. Cuando envejecemos, al estómago le toma más tiempo procesar todos los alimentos y más si los consume a altas horas de la noche.
El médico Jamie Koufman, especialista en reflujo ácido, escribió en su libro Dropping Acid: The Reflux Diet Cookbook & Cure que “las personas que se acostumbraron a comer de noche tienen más probabilidades de sufrir de reflujo estomacal por la posición horizontal que toma el cuerpo a la hora de dormir”.
Cuando el cuerpo se encuentra de manera horizontal sobre la cama, es más probable que padezca acidez estomacal, ronquera, y hasta cáncer de esófago, porque el ácido estomacal, que sirve para desintegrar los alimentos, puede alcanzar las paredes del esófago.
Además, los biorritmos corporales son los que marcan las horas para comer y el funcionamiento del metabolismo. Cuando cae la noche, el cuerpo reduce la velocidad de digestión, lo que provoca que los alimentos que consumimos de noche no se digieran bien. Aunque eso depende del metabolismo de cada persona.
La única solución para no sufrir de reflujo es cambiar los horarios de la cena. Si llega a recurrir a tratamientos que le garantizan bloquear al ácido estomacal, puede que agrave el problema, pues estos tratamientos fueron diseñados para calmar el dolor, pero no para tratar el reflujo.
El director del Departamento de Salud Pública de San Francisco, Mitchell Katz asegura que, “las pastas antireflujo suprimen una buena cantidad de ácido del estómago lo que disminuye la capacidad del cuerpo de combatir todas las bacterias que trae la comida”.
Así que lo más recomendable es comer a las 6 o 7 de la tarde, para que así el estómago pueda procesar la comida hasta la hora de dormir.