Pierre Boulez (Montbrison, Francia,1925), uno de los compositores y directores de orquesta más importantes de los últimos tiempos murió el martes 5 de enero, a la edad de 90 años, en su casa de Baden-Baden, Alemania.
Boulez perteneció a una sobresaliente generación de compositores europeos que irrumpieron en la escena musical durante la década siguiente de la Segunda Guerra Mundial, con el propósito de cambiar la música radicalmente la música.
Alcanzó su punto más alto como dierector en la década de los 60, cuando dirigió a grandes orquestas del mundo como la Concertgebouw, la filarmónica de Berlín y la orquesta de Cleveland, en donde destacó por su agudo oído y por dirigir sin batuta, el sello de un estilo único.
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A pesar de ser considerado por muchos como uno de los compositores grandes de la historia, su carácter fuerte y polémico generó antipatía entre otros compositores como afirma George Benjamin en un artículo para el periódico inglés The Guardian, escrito unos meses antes de la muerte del compositor. “Muchos compositores jóvenes leen sus escritos, pero no siempre entienden su música. Y sin embargo, lo que no podrían adivinar por la polémica, es la belleza de sus composiciones.
Messiaen, que fue maestro de Boulez, diría de él que, debajo de todo, él era simplemente un poeta. Messiaen también creía que tomaría mucho tiempo para que el público en general comprendiera realmente la música de Boulez, porque tiene una sensibilidad muy particular y original”, escribió Benjamin.
Durante su carrera recibió numerosos reconocimientos como doce premios Grammy, el Kyoto Prize en 2009 y el BBVA Foundation Frontiers of Knowledge Award en 2013, además de ser profesor del Collège de France, una renombrada institución educativa y de investigación.