La App Store cuenta con casi un millón quinientas mil aplicaciones, y según sus propias cifras en 2014 generó ganancias por 10 mil millones de dólares a los desarrolladores de las apps. Solo durante los primeros siete días de este año, recaudó otros US500 millones, algo así como 5 mil dólares por minuto.
En marzo de 2015 Apple realizó el evento de lanzamiento de su nuevo dispositivo, el Apple Watch, un reloj de pulso con algunas aplicaciones instaladas; una de ellas era The Whole Pantry, creada por Belle Gibson. Se trataba de una herramienta para mejorar los hábitos alimenticios que alcanzó a registrar 300 mil descargas. Su desarrolladora aseguró que el cambio de alimentación la curó de un cáncer de cerebro diagnosticado seis meses atrás. Desde entonces recibió miles de euros en donaciones y afirmó destinar 215 mil a organizaciones caritativas. Obtuvo la atención de medios como The Age, de Australia, que registró su testimonio de vida.
Sin embargo, cuando periodistas de The Age quisieron corroborar tales donaciones, solo dieron cuenta de 5 mil euros donados, lo que comenzó a generar preguntas acerca de la aplicación y sus manejos.
En abril de 2015, Gibson le confesó a Clair Weaver, de la revista The Australian Women’s Weekly, que nunca tuvo cáncer “Nada de eso es verdad. No quiero perdón, solo creo que (hablar) es mi responsabilidad. Por encima de todo, me gustaría que la gente dijera: ‘Vale, es humana”
Apple decidió retirar la aplicación de la App Store, y el Apple Watch salió a la venta sin The Whole Pantry.
En septiembre de 2015 la aplicación Peace, del desarrollador Marco Arment, salió de circulación. Su función era restringir la publicidad de las demás apps descargadas. Arment escribió en su blog que esta herramienta libraba de avisos molestos a los usuarios, pero también afectaba a pequeños creadores de aplicaciones que sobreviven gracias a la publicidad, esto último lo motivó a sacarla del mercado, “los bloqueadores de publicidad ayudan a mucha gente de formas distintas, pero también perjudican a otros, incluidos los que no se lo merecen».
La app costaba 2.99 dólares, duró 36 horas en el mercado, ocupó el #1 de la App Store y recaudó algo más de 100 mil dólares, “Conseguir tanto éxito con Peace no me hace sentir bien, algo que no preví y quizás debí hacer” añadió Arment.
Otro caso es Flappy Bird, un juego que consistía en tocar la pantalla para hacer volar un pájaro mientras esquiva tubos. Era uno de los que Peace probablemente hubiera quebrado, pues subsistía por el dinero de la publicidad- llegó a recaudar 50 mil dólares diarios-. Su creador, Nguyen Ha Dong explicó en su cuenta de Twitter: «Flappy Bird es mi éxito pero también arruinó mi vida sencilla. Ahora lo detesto». Luego le comentó al portal de tecnología The Verge, que el juego se estaba volviendo adictivo, eso lo intranquilizó y por eso decidió borrarla de las tiendas de aplicaciones.
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En abril de 2015 Uploader for Instagram dejó de existir. Permitía subir fotos a Instagram desde Mac, característica que no posee la red social. Estuvo disponible durante un mes en el que alcanzó 1200 descargas. Al momento de programarla, su creador, Caleb Benn, de 17 años, utilizó códigos exclusivos de Instagram y alteró la funcionalidad de la aplicación original al darle características que no posee. La posibilidad de una demanda de Instagram a Benn conllevó a que la aplicación fuera retirada.
En 2013, siete millones de usuarios tenían instalada la App Gratis, que recomendaba aplicaciones pagas permitiendo descargarlas durante un día de forma gratuita. Apple decidió sacarla de su tienda porque había más de 20 versiones de la misma app, y la empresa solo permite una; además, “las aplicaciones que promocionan a otras pueden generar confusión en la AppStore”, dice la carta con la que le notificaron al desarrollador, Simon Dawlat, el retiro de la app. Regresó al mercado en julio de este año.