Foto:
Cine y TV Cultura

The Lunchbox: El ritual del buen olor

Una película india que presenta una maravillosa historia de amor nacida de los fogones dentro de la inmensidad de Mumbai.
Por:
agosto 25, 2014
Comparta este artículo

Mumbai. Enorme. Caótica, congestionada, iluminada. A esta seguidilla de adjetivos que usualmente nos acerca a este universo indio acelerado y ruidoso, ahora se suma uno muy particular: el olor de las especies, del picante, del curry, de los roti o tortillas de harina indias.

The lunchbox es sorprendente. Por la eficacia de su historia sencilla. Y hermosa. Vemos, en una de las primeras escenas, a una mujer lindísima cocinando algo en su cocina de clase media, en uno de esos edificios de bloques donde tantos y tantos viven. Alcanza a ver desde allí a su pequeña hija, cargada de un morral más grande que ella y con dos enormes moños en sus trenzas, a quien viene a buscar una destartalada mototaxi. El ritual de hacer la lonchera, el almuerzo de su marido, es imparable. Pero algo pasa… algo falta. De repente, el grito de su tía, que vive encima suyo y con quien se comunica permanentemente de esta manera, pasándose canastitas con condimentos.

Ella, curtida en eso de cocinarle a quien se quiere, sabe que falta un aroma esencial en su platillo del día: ese que hará que su marido vuelva a enamorarse de ella. Si no se rinde con ese olor y ese sabor… Y así, empieza esta maravillosa historia del director indio Ritesh Batra, galardonado con numerosos premios a Mejor Película, Mejor Actor, Mejor Director Debutante, Mejor Actor de Reparto, Mejor Guión, entre otros en diversos festivales mundiales.

Se abre la puerta de esa casa y empieza la aventura: la lonchera verde partirá en moto, seguirá en lancha, tomará el tren, irá a pie, montará en bus y finalmente de mano en mano llegará el repartidor que, hábilmente irá poniendo una después de otra en los escritorios de sus destinatarios. Ese trasegar es maravilloso y nos da cuenta de las dimensiones de esta sociedad encantada.

Pero… ¿qué pasa si llega a las manos equivocadas? El señor Fernández descubre así un nuevo mundo lleno de sabor y aroma que le permiten hacer del ritual del almuerzo su momento anhelado del día. Y allí nace la complicidad de cocinera y comensal que cuidan el secreto de saber que se encontraron en el mundo de una manera inusitada. Su diálogo, a través de recuentos de vida en pequeñas cartas, van acercándolos cada día más, con cada plato, con cada olor. La complicidad allí creada los hará dudar de sí mismos, de lo que sienten, de sus miedos y fragilidades. Y se buscarán. Pero Mumbai es muy grande y habrá que ver si ese encuentro podrá suceder o no. Entre tanto, a seguir disfrutando de ese amor nacido de los fogones.

LO MÁS LEÍDO DE LA SEMANA

Cultura

El fin del «Homo Sovieticus»: una radiografía del ocaso de la URSS

Este mes, Juan Gustavo Cobo Borda nos recomienda este libro de la nobel de literatura e invitada de honor a
Estilo de vida

Este café del Huila está entre los mejores del mundo según el Monde Selection 2019

Café Soca se llevó la medalla de plata en este evento que los cataloga como una de las mejores bebidas
Chocolaterías en Bogotá
Estilo de vida

Seis chocolaterías que debería probar en Bogotá

En el Día mundial del la torta de chocolate le mostramos los lugares predilectos para probar el chocolate en tortas,